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Las trampas de pobreza

Comunidades indígenas bloquean un puente durante 11 horas y la opinión pública es inundada por críticas hacia los manifestantes. ¿Nos hemos preguntado cuántas veces, por décadas y décadas, se ha mentido y postergado a las comunidades indígenas de nuestro país, manteniéndolas aisladas de servicios y educación de calidad?

En estas discusiones, no tarda aparecer una persona que recurre a los programas de ayu­das condicionadas como una solución válida y loable del Gobierno Nacional para erradi­car la pobreza en nuestro país. Seamos claros, ninguna familia puede salir de la pobreza por G. 300.000 por mes, al manifestar ésto, el “retruco” de los fanáticos de estas trampas de pobreza manifiestan: “Pero está demostrado que logra disminuir la deserción escolar”. No dejo de preguntarme si reducir la deserción escolar en un país que ostenta el 5to lugar entre los peores sistemas educativos del mundo es un motivo de celebración o de luto.

¿Por qué las ayudas condicionadas son trampas de pobreza? Porque no se premia a la familia por salir adelante, al revés, se incentiva que sigan sumergidas en la miseria y, no es una exageración: una familia que construye un baño moderno, que emprende un negocio o que se compra una motocicleta deja de recibir la ayuda. Entonces ¿son estos programas una ayuda a las familias para salir adelante, o para dejarlas estancadas donde se encuentran?

No hablo de aborrecer las ayudas y subsidios del Gobierno, la propuesta va de la mano de premiar a las familias que elevan su cocina, que construyen una habitación, que constru­yen un baño moderno, en un sistema de incentivos para salir realmente de la pobreza, no para condenarse a ella, logrando así deshacer ese imaginario colectivo de que las personas en situación de pobreza son “mercadería dañada”.

Los ganadores de la última edición del Premio Nobel de Economía Abhijit Banerjee, Esther Duflo y Michael Kremer, destacados por su trabajo pionero para “aliviar la pobre­za” han presentado en varios de sus libros, entre ellos “Repensar la Pobreza” como estos sistemas de ayudas condicionadas, si están bien encarados, realmente pueden mover la aguja en lo que respecta al progreso de una nación y cuando estos programas se enfocan en el “dar por dar”, generan estancamiento, crisis sociales y presión impositiva a los ciu­dadanos comunes, abriendo las puertas a más desempleo, más recesión, mayor brecha de oportunidades. Nos toca a nosotros repensar nuestra pobreza y ver si queremos mante­nernos en ella o ver las vías para transformar el destino de nuestro país.

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.

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