Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
Una de las cuestiones sobre la que el Paraguay necesita reforzar su voluntad y vocación, es la lucha contra la corrupción. Se trató el concepto de la impunidad, de hacer que la justicia fuera mucho más eficaz y hay una fuerte crítica a los magistrados que ahora incluso podrían jubilarse después de haber hecho un pésimo trabajo en los 50 años.
Muchos de ellos son parte de lo que denominamos el sistema corrupto sobre el que se sostiene Paraguay. Hay corrupción porque hay impunidad y hay impunidad porque hay una vieja relación entre la estructura política paraguaya y los encargados de llevar adelante el proceso judicial.
En el Paraguay si usted comete un crimen solo tiene un 5% de posibilidades de ser enjuiciado y 1% de ser condenado, 95% tiene de posibilidades de zafar sin ningún tipo de consecuencias por el crimen que haya cometido, mientras esto siga así, mientras la economía del crimen siga pagando muy bien en el país, el presidente seguirá pidiendo oraciones para luchar contra la corrupción cuando en realidad debería ser voluntad, vocación y compromiso de un gobernante para hacer más llevadero los años por venir.
Gran parte de la pobreza paraguaya se sostiene en la profunda vocación corrupta de los administradores. Con que dejaran de robar estaríamos haciendo un paso fenomenal en la historia cívica de esta empobrecida nación.
