Las discusiones políticas centradas en las cuestiones tácticas-estratégicas son importantes, pero más lo son los temas que realmente importan para la gente.
Sería bueno escuchar a un Presidente o un candidato a Presidente que nos diga qué hacer frente a la situación económica en la que se encuentra el Paraguay, con dos millones de personas en estado de pobreza, que nos diga cuál es la idea para sacarles a ellos de esa condición, cómo podemos mejorar nuestro sistema educativo cada vez más enclenque y frágil y cómo podemos apuntalar nuestro sistema sanitario.
Los que se encargan de construir rutas se quejan porque el Estado no tiene dinero para pagarles las rutas ya construidas y que las mismas en términos de deuda ya superan los US$ 400 millones.
En definitiva, alguien que nos dijera que tenemos que reorganizar por completo este Estado y que sabe cómo hacerlo tendría que ser sujeto -primero de nuestra atención- y posteriormente si se confirma en nuestra certezas, votarlo para que realmente sean los que lleven adelante el país.
Estos son los grandes temas del Paraguay; sobre esto habría que centrarse y trabajar. De nada sirve seguir pensando quién va a estar en tal tipo de lugar cuando de eso estamos cansados. La ciudadanía está harta de los mismos gestores de la nada, de los incompetentes de siempre y de los absolutamente irresolutos y responsables.