En ese contexto la UFI, que aglutina en sus filas a más de 17 Federaciones y unos 2500 clubes a nivel país, todavía siguen a la espera de hacer rodar el balón. El presidente Oscar Ramírez habló acerca de la situación de la organización y como se encuentran algunos clubes tras la larga ausencia del deporte rey.
“Nuestro fútbol no es muy profesional todavía pero es la gran cartera del Paraguay, y la ausencia futbolística en el interior es terrible para muchos, es increíble cómo nos afectó la pandemia”, señaló.
LA ALTERNATIVA
Para el titular de la UFI, la única opción que hasta el momento manejan para el ansiado retorno de las actividades deportivas, es el ingreso de la vacuna al país para que se pueda tener una vuelta segura en el campo de juego.
“No hay ninguna posibilidad de que volvamos con una aglomeración de los aficionados, jugadores, de los dirigentes y que no estemos protegidos, es nuestra realidad y por eso estamos muy esperanzados de que podamos tener acceso a las vacunas”, agregó Ramírez.
A BASE DE SACRIFICIO
Como Ramírez lo dijo, el fútbol del interior es la cartera del país, es un semillero para formar a los futuros futbolistas, que con el correr del tiempo pueden escalar a las inferiores de los clubes de primera división del país para desarrollar su carrera deportiva.
Resaltó que muchas entidades deportivas hoy en día se sostienen a base de sacrificio y de mucha autogestión.
“Los presidentes tratan de sostener sus clubes realizando actividades como polladas, hamburgueseadas, colaboración entre socios y así pagarle el sueldo a los prestadores de servicios que tienen”, acotó.
Sostuvo que realmente el rol dirigencial es clave y destacó que es digno de replicar por llevar a cabo diferentes tipos de acciones, en busca del rescate económico de la institución que representan.
“Muchos tienen un gran afecto al club porque fue fundado por su abuelo o por algún pariente y es eso lo que les empuja a seguir luchando, porque no quieren que se termine en manos de ellos, al contrario, quieren seguir fortaleciendo al club”, expresó.
Pero así como algunos sufrieron un mayor impacto tras la llegada de la suspensión de actividades deportivas, otros aprovecharon ese aporte económico que antes era destinado en los sueldos de los jugadores, la compra de indumentaria o balones, para realizar mejoras en el campo de juego, otros para la construcción de sus graderías, etc.
