Las luchas por la independencia de los diferentes países del mundo es una historia atrapante, con hechos de gloria y, en muchos casos, regada con sangre. El siglo XIX fue prodigo en guerras de la independencia en nuestro continente y otros lugares del mundo, y en el siglo XX fue África uno de los continentes protagónicos, sin olvidar a los países más recientes como Namibia (1990), Eslovenia y Croacia (1991), Macedonia (1991), Bosnia (1992), Eritrea (1993), Palaos(1994) y la disolución de la URSS 1990-1991, anunciando su democratización y apertura, para finalizar poco tiempo después con la formación de 15 repúblicas que decidieron ser independientes. Hoy a los 91 años Mijaíl Gorbachov (Premio Nobel de la Paz 1990) ve con asombro cómo su propuesta de desarme nuclear firmado con Estados Unidos, corre el riesgo de naufragar 31 años después, con la sangrienta invasión a Ucrania, que ya expulsó a más de 2.500.000 personas que se marcharon con lo puesto y sin soberanía. Este breve recuento intenta mostrar la importancia de la soberanía como un derecho legítimo e inalienable de los pueblos, para quienes quieren hacer del mundo un hogar común.
El siglo XXI solo da cuenta de la independencia de Timor Oriental (2002), Kosovo (2008) y Sudán del Sur (2011). Taiwán que desde hace años anhela lograr el reconocimiento de su Republica por parte de China y la comunidad de naciones, y navega casi en forma permanente entre el temor y el riesgo que impone su opresor, aumentado luego de la guerra en Ucrania.
Taiwán se ve a sí mismo como un país independiente, gobernado democráticamente, pese a que nunca ha sido reconocida oficialmente su independencia. Desde 1997 ha vuelto a solicitar su incorporación a la ONU para representarlo soberanamente sin resultado favorable.
Los estados caribeños que reconocen a Taiwán son Haití, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y Las Granadinas. En Sudamérica, Paraguay es el único país con vínculos diplomáticos con Taiwán mantenidos contra viento y marea. Los otros países que reconocen a Taiwán en el mundo son la Ciudad del Vaticano, Esuatini, y varias islas: Marshall, Nauru, Palaos y Tuvalu.
Según lo expresado por BBC-Londres (2021), China ve a Taiwán como una provincia rebelde que se reunificará con el continente tarde o temprano y con una fuerza”. La disputa entre Pekín y Taiwán amenaza convertirse en un enfrentamiento violento con profundas implicaciones internacionales.
Más allá de las disputas surgidas entre Paraguay y China durante la pandemia, Taiwán tiene el derecho a la autodeterminación de los pueblos y a luchar por su soberanía sin implicancias a terceros países. Es bueno recordar que después de que Donald Trump ganara las elecciones del 2016, Tsai Ing-wen conversó telefónicamente con el presidente electo, revirtiendo la política estadounidense vigente desde 1979, cuando las relaciones se cortaron.
Paraguay soberano
El principio de la reciprocidad entre los Estados es el que rige el Derecho Internacional desde hace mucho tiempo y que se consolidó con la formación de Naciones Unidas. Los Estados, como bien sabemos no solo son los gobiernos que nos representan, sino cada ciudadano y ciudadana en la pequeñísima parte de su representación y obligación individual. Que los gobernantes muchas veces no representen los intereses de su ciudadanía, es un hecho harto frecuente. La historia muestra con detalles cómo se menoscaban los intereses nacionales en función de intereses particulares, o de una oligarquía política que solo mira su bienestar. El papel que jugó la Corona Británica en la guerra de la Triple Alianza es por demás elocuente como ejemplo en el tablero de intereses y socios inescrupulosos, aun tratándose de países hermanos.
Soberanía Ciudadana
Dos días antes de dejar su mandato, el expresidente Horacio Cartes recibió a su homóloga Tsai Ing-wen, presidenta de Taiwán y entre sus intercambios apareció la creación de la Universidad de Taiwán en Paraguay. Una buena noticia para el país a nivel educativo. La desagradable sorpresa fue el lugar de la ubicación futura de la Universidad. Han pasado tres años y las razones expuestas por la ciudadanía en más de 21.000 firmas, ratificadas por audiencias públicas en la Municipalidad de Asunción y denuncias ante la propia Embajada de Taiwán en Paraguay, la Universidad parece desconocer la soberana decisión de los usuarios y usuarias de un espacio verde público utilizado mensualmente por más de 25.000 personas.
En diciembre 2021, la Universidad anunció su mudanza del Comité Olímpico a un predio sobre la calle Sebastián Gaboto en el barrio Tacumbú, cedido gratuitamente por el Ministerio de Defensa. La organización ciudadana “Salvemos el Parque Guasu” se congratuló por el hecho y ratificó el mensaje de siempre: BIENVENIDA LA UNIVERSIDAD, PERO NO EN EL PARQUE GUASU, convertido en un espacio verde público de 125 hectáreas a una distancia muy próxima del eje inmobiliario de Asunción con mayor costo por metro cuadrado.
La Embajada de Taiwán y la Universidad, a través de sus representantes locales, el 1 de febrero 2022 elevaron una nota a la Municipalidad de Asunción, insistiendo en depredar 12.6 hectáreas del PGM. No cabe duda que el actual Intendente Rodríguez, adversario político del expresidente en el 2018 y hoy convertido en su fiel aliado, hará todo lo posible para conformar los caprichos y lisonjas del empresario del año.
Muchas cosas ocurrieron durante casi una década del uso soberano por parte de la ciudadanía de este espacio verde público. La reproducción de sus especies, el aumento de la biodiversidad y el SOBERANO ORGULLO CIUDADANO de contar con un espacio verde público que tiene una influencia determinante, a nivel de mitigación de temperatura en toda la capital.
¿LA CIUDADANIA NO TIENE DERECHO A UTILIZAR UN ESPACIO GRATUITO CON TODA SU FAMILIA Y EN ARMONIA CON LA NATURALEZA CIRCUNDANTE?
La ciudadanía y defensores del PGM harán valer sus derechos ante la Municipalidad, y defenderán el Plan Regulador de Asunción, que ya ratificó no permitir construcciones por Ordenanza 163/18 en la zona del Aeropuerto y su área de influencia, así como el dictamen de la Dirección de Medio Ambiente de la Municipalidad. A pesar de la prohibición de la zona aeroportuaria y del informe a la Embajada de Taiwán del consultor Carlos Saldívar Romero, se insiste en avanzar con el proyecto. El informe fue concluyente: la ley no lo permite. Conclusión: cambiemos la ley, si estamos en Paraguay… NO es bueno violar la ley y menos en estos tiempos de corrupción generalizada.
La soberanía ciudadana tiene por objeto reubicar a nuestros gobernantes en el siglo XXI, y resaltar que no hay necesidad de hacer pasar al Parque Guasu Metropolitano por una sola plaga más como la pandemia u otra variante aprovechando el espacio al aire libre.
Otro tanto deberá ocurrir con el Embajador Don José Chih-Cheng, que respeta y hará respetar los estándares ambientales de la legislación de Taiwán en materia de espacios verdes públicos. No cabe duda que el autoritarismo heredado muchas veces se repite, aunque su país luche por su soberanía y se convoque a la ciudadanía asuncena a dar su apoyo en Naciones Unidas a la República de Taiwán.
En pleno siglo XXI, cuando la mayoría de las capitales de América Latina han tenido un desarrollo urbano con poca planificación y determinadas en la mayoría de los casos, por intereses inmobiliarios, “Asunción Capital Verde de Iberoamérica” tiene la oportunidad, luego de la pandemia y las elecciones municipales, de replantear el desarrollo de nuestra capital, el respeto de los espacios verdes públicos y la generación de espacios abiertos que aseguren una mayor calidad de vida a sus habitantes. Las generaciones futuras estarán eternamente agradecidas de ser parte de un país soberano, donde valga la pena vivir y soñar.