¿Cuántas veces te tomaste el tiempo de acariciar detenidamente el cuerpo de tu pareja? Disfrutando de cada parte de su piel, aprovechando cada zona erógena disponible a tu alcance, lejos de ir directamente a los genitales, con la clásica penetración o un oral directo, sin brindarse la posibilidad de recorrerse mutuamente.
De hecho, de acuerdo a Manuel Lucas Matheu, sexólogo y presidente de la Sociedad Española de Intervención en Sexología (Seisex), la piel es el órgano sexual más importante del ser humano. En este sentido, se resalta que el tacto es el sentido más amplio del organismo y pese a un contacto mínimo, puede llegar a hacer enloquecer a la pareja.
“La piel como está en el cuerpo entero es la zona erógena por excelencia, por decirlo de alguna manera. Dependiendo de cada persona, puede haber zonas que gusten más que otras, pero las zonas erógenas en general se encuentran por todo el cuerpo”, detalló la licenciada en psicología y experta en sexualidad, Alessandra Rojas.
Alessandra Rojas
La experta citó que, por ello, las zonas excitables más conocidas y más estimuladas son el cuello, las orejas, los labios, los pechos, entre otras. Las zonas mencionadas pueden ser estimuladas de diversas maneras, siempre apelando al nivel de imaginación de la pareja.
Más allá de lo que habitualmente se determina, la sexóloga mencionó que la forma del cuerpo jamás será un aspecto central para hablar de aspectos que hacen de un encuentro sexual más placentero que otro, pues todos somos diferentes y únicos.
CUESTIÓN DE PREFERENCIAS
Para la licenciada Rojas, independientemente del cuerpo y la manera en que se recorre cada zona erógena, el nivel de satisfacción de una persona siempre dependerá de su preferencia: por ejemplo, pese a que el cuello puede es una de las zonas más famosas, se podría encontrar a una persona que no lo disfrute tanto y le agraden más otras aristas, como los pies
“Ese disfrute desinteresado y sin restricciones nace del amor propio. Aceptándonos como somos, amando nuestro cuerpo tal y como es y hablando siempre desde la diversidad”, recalcó la sexóloga.
En ese sentido, resaltó que cada persona percibe las cosas de manera diferente, pero todos somos especiales a nuestra propia manera. Es así como al entender por primera vez lo expuesto, para luego vivir dicha premisa, una pareja tiende a entregarse más al placer.
“Exactamente ese es el centro del encuentro con la pareja: disfrutar de las innumerables sensaciones, dejarse llevar por el momento, las pericias, los besos, masajes, pues todo es erótico”, subrayó la licenciada Rojas.
En ese sentido, puntualizó que en el encuentro, y a modo de culminar el acto, se puede llegar o no a un orgasmo, pero siempre resulta más importante centrarse en disfrutar del camino y no solo en cómo terminar.
Frente a los momentos que generan un mayor placer, al estimular a la pareja a través del roce y el contacto, sin priorizar como únicos objetivos a los genitales, el orgasmo y el nivel de goce pueden estar elevados de una manera completa y satisfactoria.
“De hecho que el orgasmo se logra gracias a un conjunto de situaciones y se acrecienta mucho más cuando le dejamos al cuerpo y la mente que siga su proceso de excitación hasta llegar a un clímax más intenso, por eso es importante la previa del acto para recorrer todas estas sensaciones”, declaró la experta.
Al respecto, la sexóloga Romina Castro destacó en su cuenta de Instagram que al ser tan importante, se debe prestar una particular atención a la piel al momento del encuentro sexual.
“Muchas veces se nos va el deseo porque estamos pensando en que la otra persona verá algo de nosotros que no queremos que vea, pero lo importante no es lo que se observa, sino lo que se siente”, comentó la profesional, agregando que la pareja debe concentrarse en las sensaciones y en la piel, no así en la curva y la forma del cuerpo.
A TENER EN CUENTA…
(De acuerdo a la sexóloga Castro)
– La pareja puede dejarse llevar por los pensamientos e inseguridades, pero resulta importante saber controlar estas emociones.
– Ambas partes deben luchar contra el estancamiento en las inseguridades, para concentrarse en lo que se está tocando y la manera de hacerlo.
– Los genitales no son centrales, cuando la piel ofrece una gran amplitud a ser explorada.
– La forma del cuerpo no determina el nivel de placer que sientas, a diferencia de todos los metros de piel que tienes.