El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, pidió este domingo el fin inmediato de la violencia en la capital libia, Trípoli, donde combates entre milicias rivales han dejado al menos 32 muertos.
Guterres “insta a las partes libias a entablar un diálogo genuino para abordar el actual estancamiento político y a no usar la fuerza para resolver sus diferencias”, aseguró el portavoz del máximo responsable de la ONU en un comunicado.
Además, el diplomático luso pidió a los combatientes que “protejan a los civiles y se abstengan de tomar cualquier medida que pueda aumentar las tensiones y profundizar las divisiones”.
Guterres se une así a los llamados a la calma lanzados desde otras instituciones multilaterales como la Liga Árabe, que a través de su secretario general, Ahmed Abulgheit, solicitó ayer a las partes que recurrieran al diálogo y evitaran el uso de las armas.
Los combates estallaron la noche del viernes entre las fuerzas en apoyo al Gobierno de Unidad Nacional (GUN), con sede en Trípoli, y combatientes leales al primer ministro paralelo, Fathi Bashaga y se calmaron hoy después de que los combatientes pro GUN hicieran retroceder a las fuerzas fieles a Bashaga.
El centro de Trípoli se convirtió el sábado en un campo de batalla que obligó a evacuar a decenas de familias de zonas residenciales; y hospitales y edificios civiles quedaron dañados por los duros enfrentamientos con armas pesadas.
La aparición de dos administraciones simultáneas ha incrementado la inestabilidad en Libia, que ha vivido ya dos guerras civiles, desde el derrocamiento del dictador Muamar Gadafi en 2011, por las sucesivas luchas de poder. EFE