Todas las personas debemos realizar un control como mínimo 1 vez por año con un dermatólogo. Además, es fundamental consultar ante cualquier cambio o lesión en piel, pelo, mucosas y uñas. Sin embargo, muchas personas no son conscientes de la necesidad de este control anual, tan importante como aquellos realizados con otros profesionales médicos, mientras que otros pacientes, aún ante la presencia de lesiones, postergan consultar con un médico especialista.
A menudo me encuentro que existen creencias erróneas que evitan que los pacientes reciban un diagnóstico o tratamiento oportuno tales como:
- “La lesión de la piel va a pasar con lo que me aconsejaron mis amigos o familiares o con lo que me indicaron en la farmacia”. Ninguna droga, incluyendo medicinas “naturales”, debe ser aplicada sin prescripción médica, así como ningún consejo sustituye el diagnóstico de un dermatólogo, únicamente brindado en consulta médica.
- “Va a pasar con el tiempo. No es necesario consultar”. Muchos padres no llevan a sus hijos a consultar con un dermatólogo asumiendo, erróneamente, que los cambios que éstos padecen en piel, cabellos, mucosas y uñas son “normales”, propios del crecimiento. Solamente el control por parte de un dermatólogo puede asegurar la salud de estas partes del cuerpo.
- “Los medicamentos y tratamientos de dermatología son muy costosos”. Es más costoso no detectar a tiempo enfermedades, tratar secuelas o lamentar consecuencias en la salud o el aspecto.
Un dermatólogo posee más de 10 años de formación y experiencia para diagnosticar y tratar las más de 3000 enfermedades existentes en el órgano más grande del ser humano. Esta es razón más que suficiente para acudir a este profesional periódicamente a lo largo de nuestra vida.