Hoy vengo a contarles la historia de dos amigos que querían casarse con Paraguay, les presento al Sr Tiranía y al Sr Democracia.
Hasta el momento si hacemos una síntesis historia el Sr Tiranía ha cortejado por mucho más tiempo a la Señorita Paraguay y se ha hecho con el poder total, alimentado por las revoluciones, contrarrevoluciones, dictadura y tiranías. El Sr democracia tuvo algunos intentos como aquella primavera democrática que ha durado muy poco. Al final el Sr tiranía ha preparado una pócima bastante efectiva que llevó al olvido total a la Señorita Paraguay de su corto romance con el Sr democracia, perdió su memoria democrática y por ende no tenía cultura democrática. Parecía que todo estaba dicho la boda era inapelable.
Hasta que el Sr democracia tras 35 años de espera llegó de repente y sin mediar palabras tomó la mano a la Señorita Paraguay y para asegurarse de ella firman un nuevo contrato social la C N de 1992 y crean un TSJE que garantice esta boda pues la desconfianza era tal y las intrigas interminables entre ambos . Es así pues dicen a partir de ahora estaremos juntos pero el control será mutuo, habrá un equilibro en nuestras decisiones y por sobre todo en caso de conflicto habrá un tercero que mediara antes nuestras diferencias. A este testigo clave lo llaman pluralismo.
PERO adivinen que paso? Bueno el matrimonio se dio pero aún así el Sr tiranía se hizo una promesa, que no perdería al amor de su vida más por ego que por amor. Tiranía debía volver a cualquier precio y con mucha inteligencia empezó una gran trama de mentiras y calumnias, aprovechando que democracia se sentía muy confiado y por supuesto que como toda relación después de muchos años, genera aburrimiento y descontento, empezó la manipulación.
Tiranía le hablaba al oído todos los días a la señorita Paraguay diciéndole vez que el Sr democracia solo te ha dado un caramelo? Ahora pueden votar, elegir pero tu realidad en nada a cambiado, al contrario vives peor que antes y en una casa mal trecha, sin salud, educación y un empleo digno.
Ayayai la Señorita Paraguay empezó a tambalear con el chantaje emocional y que ese romance del pasado ere aún mejor. Quizá no seas tan libre pero te prometo un palacio y fututo mejor. Tú me entregarás tu alma de libertad y yo te haré sentir segura.
Por cosas del azar el Sr democracia se enteró del perverso plan de tiranía y lo desafió a duelo, diciéndole cuanto sigue.
Te quieres aprovechar de la situación porque yo no ofrezco mentiras ni populismos.
Te planteo lo siguiente Sr Tiranía.
Demos educación cívica y capacitación en políticas públicas al jurado e igualmente con una ley de transparencia hagamos que todo lo público sea público y encima de todo esto aún te planteo más. Que hagamos leyes de protección de los valores democráticos ciudadanos. Ah y por supuesto lo que te hace tan fuerte .Controlemos el origen de tus bienes y él dinero que mueves para comprar al jurado y todo lo que puedas, pues como dice ese refrán, poderoso caballero Don dinero y tú lo tienes de sobre, pues nadie sabe de dónde sacas tanta plata dulce que con ella te dedicas a cortejar a mi amada, sin limitaciones algunas, con los regalos y las joyas más finas.
Por supuesto que ese duelo nunca se dio, pues Tiranía nunca va de frente, no le gusta jugar con reglas claras, pero en fin algo bueno salió de todo esto. Democracia comprendió a sangre sudor y fuego que la simple democracia sin salud pública digna, sin educación de calidad, una justicia igualitaria y el empleo que llena el estómago de nuestros hijos y hogares ,es solo una cáscara vacía, como los sepulcros blancos, lindas por fuera y podridas por dentro. No existe democracia sin pan.
Democracia aprendió una gran lección, que su amor nunca estuvo ni estará asegurado, porque siempre al asecho por ahí sigue y seguirá tiranía. Tiranía es peligroso, quien siempre luce tan bien, es tan bien orador, convincente y churro, que a cualquier dama puede cautivar.
Desde ese día Democracia tomó este desafío a no blandirlo con la espada, empezó a abonarla y regar a democracia con devoción devota, sin que un solo día dejara de cuidar de ella, se hizo consciente que en solo papel firmado solo era una formalidad, pues la clave era conquistar a la Señorita Paraguay todos los días de su vida. Entre peleas y besos, avances y retrocesos este gran amor fue consolidándose y de esa fruto nacieron generaciones llamados Paraguayos democráticos por siempre. Señal que tiranía nunca pudo tolerar, solo le ha quedado esconderse en la más obscura fosa del recuerdo de pasado, pero que siempre seguirá insistiendo para volver.
