Los juegos de azar en Paraguay representan o deberían de representar un aporte al fisco y a recursos para programas y proyectos sociales sobre todo las empresas que trabajan de manera formal, pero incluso en estas condiciones muchos empresarios logran evadir las responsabilidades.
Un ejemplo es el caso de MEPSHOW de propiedad del expresidente de la República Juan Carlos Wasmosy quien hasta la fecha sigue con los permisos para explotar la quiniela a pesar de tener una deuda de unos 30 millones de dólares con Conajzar.
Pero acá no es muy difícil presumir complicidad o desidia por parte de la institución pública que debería administrar y velar por los intereses del Estado Nacional, mientras la Secretaria de Tributación sigue buscando formas de recaudar para poder contener el gasto público y poder honrar la deuda contraída a nivel internacional para responder a las necesidades ante el Covid-19.
Conajzar sigue manteniendo contratos con empresas y empresarios que no cumplen con los acuerdos legalmente establecidos. Paraguay llegó como nunca antes a una deuda que roza los límites que le han permitido al país ser un modelo regional de estabilidad, tenemos como recaudar sin que esto signifique un aumento en los impuestos, algo que no nos podemos permitir en un momento donde el sector privado (principal responsable del PIB) está recién volviendo a la normalidad luego de un impacto sobre todos los sectores durante la cuarentena.
Desde Conajzar están planteando un nuevo proyecto de ley, pero donde la Asociación de Operadores y Empresarios de Juegos de Azar no coinciden, ya que consideran que la ley actual es pisoteada y lo que se debe es realizar una reforma institucional que permita recuperar deudas, mejorar la recaudación y sobre todas las cosas mejorar la libre competencia.
Como si fuera poco ayer lunes 10 de enero, la sede de la Comisión Nacional de Juegos de Azar fue allanada en el marco de los procedimientos ante la investigación en curso sobre presuntas irregularidades en gestiones de juegos de azar.
Lo que se exige además de mayor transparencia en el manejo de los fondos a Conajzar, es poder recuperar los fondos que por ejemplo deberían ir a cubrir las necesidades de los excombatientes, que como bien sabemos lucharon por nuestra libertad y soberanía mientras que como pago le damos el olvido y el peor de los tratos.
Solo con la deuda de US$ 30 millones, MEPSHOW se podría cubrir parte de la deuda adquirida con los sanatorios privados que por la ley Covid Gasto Cero fueron obligados a atender a pacientes del sector público, y si dejamos de lado las deudas y nos concentramos en las posibilidades, US$ 30 millones son US$ 1.5 millones para cada departamento que tenga proyectos sociales con primera infancia o tercera edad.
La corrupción no es por azar y debemos corregir el camino.