Las vacunaciones siguen siendo un fiasco en el Paraguay. No sólo no tenemos vacuna, sino que hemos pagado US$ 25 millones por dosis que nunca llegaron y además ahora se han convocado a personas de más de 65 años y no se tienen vacunas para responder a la demanda.
Hay frustración, hartazgo y enojo de la población paraguaya y con razón. Se sigue haciendo chapuceramente política sanitaria y eso tiene un costo enorme en términos de vidas humanas.
Seguimos batiendo récords de fallecidos día tras día y eso no parece mover un solo ápice de vergüenza al Gobierno, de hablarnos con sinceridad de propósitos y con la verdad.
Eso es todo lo que necesita el país en este momento, que un Gobierno salga y diga lo que realmente acontece y la capacidad o incapacidad que tienen para afrontar esta pandemia.
En este momento, no tenemos un Gobierno que tenga legitimidad ni fortaleza para llevar adelante un enfrentamiento de este volumen que tiene un costo enorme, reitero, en términos de vidas humanas.
Requerimos una pronta solución a todo esto y una reacción de toda la clase política paraguaya para que pueda hacer entender a su pueblo que están allí como mandatarios, como gente mandada por sus mandantes, que somos nosotros, a hacer la tarea que ellos nos dijeron serían capaces de realizar.
