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La bomba: los estados quebrarán y harán “default”

Hemos llegado a una situación difícilmente sostenible en el tiempo porque algunos “líderes” políticos, en lugar de hacer reformas estructurales de alto costo político, han preferido inundar los mercados de liquidez. 

En efecto, los bancos centrales han impreso billetes a un ritmo sin precedentes en la historia, implementando una estrategia suicida: comprar deuda de los estados y emitir más dinero a la vez que bajaban aún más los tipos de interés, provocando que los estados dispararan su endeudamiento y, por consiguiente, el gasto público con la excusa de las sucesivas crisis económicas y, en los últimos años, con la disculpa de la pandemia. Por ejemplo, España, con el pretexto de la “responsabilidad solidaria” con los más afectados por las crisis, y prometiendo que sería una estrategia que ayudaría a reactivar la economía, pasó de tener una deuda del 39% del PIB en el 2008 a soportar una, en la actualidad, del 120%. No es un caso aislado, sino que es la tendencia más predominante. Cualquiera que conozca de economía, como sabe las reglas básicas de su deporte favorito, entiende que esta estrategia genera necesariamente inflación, por exceso de liquidez y falta de control del gasto, totalmente desconectado de la productividad.

Una estrategia que genera inflación es un “robo a mano armada” a las clases más pobres y medias, que son quienes más caro pagan la pérdida de su poder adquisitivo y del valor de sus ahorros. ¿Por qué los reguladores han favorecido la financiación ilimitada a los estados? ¿Por qué, en Europa, cambiaron las reglas del juego para que la deuda soberana de los países sea considerada “risk free”? ¿Por qué es el único producto financiero que goza de dispensas de provisionamiento, es decir, sin afectar a la rentabilidad de la operación? ¿Por qué han llegado a provocar tipos de interés negativos, es decir, que al inversor le cueste prestar dinero? ¿Por qué el Banco Central Europeo ofrecía financiación prácticamente gratuita a los bancos que compraran deuda soberana de los países miembros de la Unión Europa? La subida de la inflación entraña la subida de los tipos de interés, hecho que enfría la economía de los países provocando, por lo general, una recesión.

El gravísimo problema que tienen algunos países es que afrontan una situación muy delicada -la recesión- con una circunstancia diferencial en esta ocasión: cuentan con volúmenes insostenibles de deuda pública, muy superiores al pasado. Y una de las mentiras más comunes que uno escucha a un político y a ciertos economistas arrodillados ante los intereses políticos es que los estados no quiebran. La “bomba” va a estallar… ¿Quién acepta una apuesta?

Pablo Álamo Hernández
Pablo Álamo Hernández
PhD en Economía y Empresa. Profesor internacional de la Universidad Sergio Arboleda y de la Univeridad de Columbia del Paraguay

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