Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
Después de los escándalos en torno a las compras de insumos médicos y de otros elementos que tienen que ver con la disposición del Estado de recursos públicos para enfrentar a la pandemia del Covid-19 se ha conformado una institución que va a centralizar todas las compras. Esta es una decisión que tendría que haberse tomado desde el inicio, no ahora, en que ya se ha gastado una buena proporción de recursos sin tener la calidad ni la entrega en tiempo y en modo.
Paraguay tiene unos tremendos problemas con procesos licitatorios. Compra por casi US$ 4 mil millones de dólares anuales y en la mayoría de los casos se le agrega una corrupción entre el 20% y el 30%, en otros van incluso al 600% como el caso de la compra del agua tónica por Petropar, un grave problema que no ha podido enfrentar la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas, que si no hubiera sido por denuncias presentadas por la prensa jamás se hubieran enterado que estaban robando a mano salva al Estado paraguayo.
Tendría que hacerse una investigación completa en torno a qué empresas son las que ofertan sus productos al Estado paraguayo y por qué les sobrecargan números y montos importantes y que allí le agregarían también que la razón es que tarda mucho el Estado en pagar y en mucho de los casos cobra de nuevo por liberar el cheque.
La cadena de la corrupción se sostiene en ese tipo de dinámica. El mecanismo agrega una serie de millonarios cada año por eso la lucha por el poder se vuelve tan apetitosa para ciertos grupos corporativos que encuentran en este tipo de transacciones anuales la posibilidad de volverse rico en detrimento del servicio a los ciudadanos.