De cara a lo que significó para nuestra República la independencia en la noche del 14 y madrugada del 15 de mayo, hoy en día seguimos carentes de autonomía en diversas materias, como la energética. Aún con grandes suministros de energía, nos encontramos bajo el yugo de los hidrocarburos.
Con grandes hidroeléctricas como las binacionales Itaipu y Yacyretá, Paraguay se convierte en un país con energía limpia y renovable, destacándose incluso como líder mundial en la producción de energía eléctrica sostenible. En ese sentido, aprovechar ese factor puede ser totalmente beneficioso para el país, con el objetivo de comenzar a generar alternativas
“Si miramos nuestra matriz energética nacional, de acuerdo al último balance, encontramos que la energía más utilizada es la biomasa (leña, carbón, etc.), en segundo lugar están los hidrocarburos y en tercer lugar la energía eléctrica”, detalló la ingeniera industrial y analista energética, Mercedes Canese, explicando que con estos datos deberíamos utilizar de una manera más eficiente la biomasa.
Mercedes Canese
En cuanto al segundo punto, más utilizado en transportes, la especialista detalló que una buena sustitución podría desarrollarse con la energía eléctrica y este reemplazo sería eficiente porque se aplicaría al transporte masivo y de carga a pasajeros como trenes, tranvías, metrobuses, etc.
“Cuando hablamos de los transportes, las cargas podrían desarrollarse en líneas, con un respaldo que puede ser un generador si llega a irse la luz. Esto es algo que el Gobierno ya debía haber hecho hace años, ¿hace cuánto sabemos que no tenemos petróleo, pero sí electricidad?”, expresó Canese.
En el transporte público, la primera ventaja observada es su motor, que al ser eléctrico tiene más vida útil que uno a combustible. Aparte, la energía que se utilizaría es propia, aparte de generar una significativa reducción en la polución sonora y de aire; Canese detalló que si uno hace un análisis económico para 30 años, la sustitución resulta sumamente rentable.
“Un estudio que arroja la Koica con el tren de cercanías es que aparte de beneficiar a la movilidad en Asunción, así como en la atención de afectaciones y reconstrucción de ferrocarriles, se habla de un plan de inversión de US$ 551 millones. No es bajo, pero es la misma cantidad de dinero que gastamos en obras viales”, aseguró la ingeniera.
Dentro del mismo estudio, se detalla que en un horizonte de 34 años para la construcción del ferrocarril, que será sobre el trazado histórico, el Estado paraguayo sale ganando aún con el plan de inversión. Esto porque los gastos en accidentes, enfermedades respiratorias y auditivas, así como los congestionamientos, se verán ampliamente reducidos.
¿POR QUÉ NO SE APLICA?
“Hay cosas súper importantes que un Gobierno debería tener en cuenta para llevar a cabo estos proyectos, la primera es tener una visión social, que significa priorizar el interés general por encima del particular. Si el Gobierno de turno prioriza a la patria contratista, nunca tendremos transporte eléctrico”, aseveró Canese.
En segundo lugar, el Estado debe estar dispuesto a enfrentar la presión de sectores, como los vinculados a transnacionales de la energía eléctrica de los países vecinos, que se muestran en contra de la utilización de la alternativa mencionada. Aparte, también se encuentran los grupos mantenidos en el negocio de los combustibles y los empresarios de transportes, quienes no quieren competencia en su monopolio.
BENEFICIOS
Un ejemplo claro de los beneficios de la sustitución sugerida es China, que con su uso único de motos eléctricas, posibilita mayores regulaciones de la velocidad, lo cual redujo de manera significativa los accidentes de tránsito. Esto sin mencionar la nula polución sonora y el mejoramiento de la salud pública.
Canese resalta que un modelo de transporte energético beneficia al prestar un servicio de calidad para la ciudadanía, ayudando a cumplir derechos humanos como el acceso a la salud, al trabajo, a la educación, etc.