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Incomunicados y solos

Algo frecuente hoy día es reflexionar acerca de generaciones de personas, cómo se portan y la influencia que tendrían en el mundo mañana con su comportamiento hoy en varios campos cómo el consumo, la educación, alimentación, trabajo y relaciones sociales. Es  aquí donde quiero hacer una pausa para hacer referencia a un aspecto clave que existe en cualquier relación humana que tengamos; es la capacidad de comunicarnos y hacerlo regularmente y con códigos y palabras coherentes en relación a temas o círculos sociales en los que debamos hablar para hacer común una idea o mensaje que tengamos en la mente.

Las generaciones ya conocidas e identificadas son:

  • Generación Silent: Nacidos entre 1928 y 1948
  • Baby Boomers: Nacidos entre 1945 y 1964
  • Generación X: Nacidos entre 1965 y 1981
  • Generación Y o Millennials: Nacidos entre 1982 y 1994
  • Generación Z o Centennials: Nacidos entre 1995 y 2009
  • Generación Alpha: Nacidos desde 2012

Lo que llama la atención ahora tiene que ver con la generación Z porque ella  está perdiendo una habilidad que lleva acompañándonos desde hace más de 5.500 años: el 40% cae en fluidez comunicativa que es la capacidad de expresar ideas de manera eficiente y fluida, especialmente al hablar.  

En otras palabras, fue identificado que la generación de personas que me precede ha perdido  una capacidad que es tan natural cómo el escuchar, ver, respirar o moverse. Los jóvenes se sienten incómodos al escribir más de un párrafo a mano. Tras un año al estar usando dispositivos electrónicos, el 40% de los estudiantes han perdido fluidez al escribir o de hablar cara a cara cómo lo hacían o todavía hacen nuestros padres o abuelos que están más cómodos en compañía de otro ser humano que los escuche y responda con otras palabras o gestos que signifique que hayamos entendido el cuestionamiento o planteo que nos hayan hecho

Mas parcos y mas solos

Las innovaciones digitales están provocando que la Generación Z no sólo esté abandonando la habilidad de escribir, sino también los conocimientos básicos para expresarse claramente. La duda entre sí es parte de la transformación que experimenta la sociedad o un problema de la Generación Z que hay que atajar y esto preocupa a expertos.

Aunque hubo que esperar hasta la Revolución Industrial y la creación de la imprenta para ver cómo se democratiza su aprendizaje pese a que fue entonces cuando se consiguió  que la escritura saltar de una selección de expertos hasta el resto de la población, podría decirse que nuestra habilidad para escribir lleva acompañándonos desde las primeras culturas. Alrededor de 5.500 años en los que sumerios, egipcios y chinos, marcaron un camino que la Generación Z está dejando de lado. Y la capacidad de tener fluidez comunicativa, cuando la comunicación es deficiente, es común que las personas se llenen de suposiciones y prejuicios sobre los demás, entre una serie de dilemas que trae consigo el no comunicarnos bien. 

Según varios estudios y declaraciones recogidas por Türkiye Today de la mano de profesores de distintas universidades, los jóvenes de la Generación Z se han acostumbrado tanto al uso de teclados que han terminado palideciendo al saltar de la escritura digital a la tradicional de utilizar un papel con lápiz, bolígrafo o cualquier herramienta que nos sea útil para redactar cualquier mensaje que antes servía para comunicarse uno con el otro 

Graves efectos colaterales

No todo tiene que ver con pérdidas porque al usar bien estas herramientas “inteligentes” podemos conocer, informarnos, ubicarnos o comunicarnos con otras personas mucho más rápido que antes así cómo sufrir las serias consecuencias de usar en exceso teléfonos, tablets o pantallas que traen consigo una importante lista de problemas a nuestra salud física y mental, así como en el rendimiento académico y laboral. Cómo que;

  • Puede provocar ansiedad, depresión, estrés, insomnio, confusión, irritabilidad y déficit de atención.
  • Puede causar dolor de cuello, hombros, espalda, manos y dedos, así como rigidez en el cuello, contracturas musculares, y problemas en los ojos. También puede provocar síndrome del túnel carpiano, que es la presión excesiva en un nervio de la muñeca.
  • Puede afectar la memoria y la capacidad de pensar con claridad

Estas consecuencias no representan ganar nada sino perder mucho porque dañan lo más importante que es la salud. Y para asegurar a personas más jóvenes a la mía es importante enfocarnos en la comunicación; cómo cuándo, cuánto, dónde, con quién y sobre qué lo hacemos. Hay que recuperar la fuerza del verbo hablado y conjugado en plural.

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