La inteligencia artificial no se concentra solo en ver como hacer que las máquinas sirvan más y mejor en la casa, oficina, campos de batalla sino también se aplica en los centros sanitarios. Ya se están desarrollando nuevas tecnologías para recopilar datos de medidores de presión arterial, electrocardiógrafos y otros dispositivos. Las instituciones de atención e investigación están buscando evaluar y difundir esta tecnología prometedora.
Ya se están dando iniciativas curiosas en el uso, recopilación de datos y aplicación de estos sobre salud humana en Canadá, donde se desarrollan cursos presenciales o a distancia para el médico, investigador o curioso en el uso de esta revolucionaria tecnología que debe responder bien a los creadores de la misma, nosotros que no debemos estar usando nuestra mente solo para el diseño y construcción de máquinas que arruinen sino de aquellas que puedan realmente servir a personas de edad, niños o convalecientes por dificultades de salud.
Los fines tradicionales de la medicina (salvar y prolongar la vida, promocionar y conservar la salud, aliviar el dolor y el sufrimiento) que están en manos de seres humanos ahora pasan al de las máquinas para mejorar o fortalecer el trabajo humano, que desafortunadamente por lo escuchado en diálogos con pacientes insatisfechos con la “atención” distraída y poco interesada de médicos que no están mostrando el interés suficiente para cumplir con lo que prometió hacer bajo el juramento Hipocrático que decía;
“Juro por Apolo el Médico y Esculapio y por Hygeia y Panacea y por todos los dioses y diosas, poniéndolos de jueces, que este mi juramento será cumplido hasta donde tenga poder y discernimiento”.
Dignidad humana
Además de “no llevar otro propósito que el bien y la salud de los enfermos” la salud tiene que centrarse en atender a la gente con la dignidad que se merecen. Esta condición una máquina, dispositivo o algoritmo no lo conoce ciertamente más cualquier se espera que el ser humano se encuentra tras el desarrollo, programación o diseño del uso de la IA para identificar problemas de salud y encontrar soluciones para dichos problemas que muchas veces no tienen solución por negligencia, falta de recursos técnico o humanos y hasta de infraestructuras o buena financiación.
El tema de salud es un tema urgente en la agenda política que debe apuntar a la calidad de vida del ciudadano y evitar lo que vemos a diario con manifestaciones de médicos exigiendo salarios y tratamiento digno. Esto último también lo piden los pacientes para poder usar su inteligencia real y no dejar que las máquinas con su inteligencia artificial tenga que sanar lo que esperamos a veces de manera infructuosa de personas que se han preparado para cubrir bien una de las áreas más importantes para la población de cualquier país.
Es bueno lo de la inteligencia artificial aplicada a la salud pero todo debe centrarse en la calidad de vida del paciente que es el sujeto y objeto de toda actividad curativa.