El 2021 nos está dando sorpresas. A todos les tocó el cambio, tanto que las prioridades pasaron a ser otras, aparte de reinventarnos laboralmente, buscar una actividad física para mejorar el estilo de vida se volvió mucho más común. A la hora de salir a comer consultar si el ambiente es seguro, si el precio corresponde a la calidad, si acuden cuantas personas, el tipo de comida y bebida, son preocupaciones frecuentes.
Sobre todo en el género masculino, anteriormente el objetivo era comer y tomar hasta explotar o perder el conocimiento. En este año se valora mucho más la calidad, claro ejemplo se da en mi restaurante Lá Nutry, toca ver mesas y pedidos cargado de nombres masculinos, lo que antes no creían en comer sano, incluso a veces avergonzaba cuidarse, hoy son los primeros comensales.
Buscan un lugar íntimo, sano y una experiencia gastronómica única. Sentir que están en esa onda les hace sentir valorados, ver eso se siente bien, a pesar de que hizo falta pasar por momentos duros para entender que importante es vivir intensamente de manera consciente.