La política de cabotaje que desgobierna Argentina quiere convencernos que la Hidrovía Paraná – Paraguay es un objetivo apetecido por dos superpotencias, Estados Unidos por un lado y China por el otro.
El hiperkirchnerista diario Pagina 12 reportaba días atrás: “La hidrovía forma parte de la nueva agenda del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca. El embajador norteamericano en Asunción, Marc Ostfield, anunció un Plan Maestro para la Hidrovía Paraná-Paraguay con colaboración del cuerpo de ingenieros del Ejército de Estados Unidos para estudiar el comportamiento y la navegabilidad del río sobre el territorio paraguayo”. Este enfoque de sesgo ideológico pretende hacer aparecer un convenio de cooperación como un acto de entrega de soberanía, cuando lo que se busca es incorporar tecnología y conocimiento -ambos muy caros- para asegurar que el rio Paraguay sea navegable todo el año sin interrupciones por estiaje. A los “estrategas” de Pagina 12 y del Instituto Patria (cenáculo que baja línea al Gobierno de la Casa Rosada) este enfoque de orden puramente logístico económico no les interesa. Ellos, y la guardia de hierro de la vicepresidenta Cristina Kirchner en ejercicio activo de la Presidencia de la Nación, ven en la Hidrovía una caja de recursos financieros con la cual sostenerse en el poder. Para eso se deshicieron de la multinacional Jean deNul que mantenía navegable el canal logístico Rosario-Buenos Aires y que reemplazaron por una administración portuaria del palo que ahora recauda para la corona. ¿Dragar, mantener navegable el río? Eso ya se verá.
Lo mismo quieren hacer con el tramo Confluencia-Rio de la Plata que canaliza el tráfico fluvial de la tercera flota de trenes de barcazas más grande del mundo -de bandera paraguaya- y que los cerebritos del kirchnerismo explícito planean tarifar violando todos los acuerdos de libre navegación de los ríos de curso sucesivo.
Argentina nunca se tragó el sapo de que las empresas de navegación fluvial huyeran del país espantadas por las mafias sindicales que chantajean todo lo que flota. Refugiadas en el Paraguay, las navieras han crecido de manera exponencial.
La historia de chinos y yanquis compitiendo por quedarse con la Hidrovía es otro capítulo más del grotesco relato kirchnerista que tiene capturada a Argentina desde hace 20 años.
Por aquí, es una novela que da risa.
