Temperaturas elevadas nunca antes conocidas en Europa son noticia en el mundo. En el Reino Unido solo el 5% de las casas tienen aire acondicionado.
El título no se refiere al aire que respiramos sino al aire acondicionado que se utiliza en verano o condiciones que ameriten el descenso de temperatura convertido en artículo de primera necesidad en los países tropicales como los nuestros. No pretendo elevar el temor para el uso de esta útil herramienta no solo para los europeos que no acostumbran a tenerla en sus hogares sino para toda aquella persona que hace uso de esto para descansar, trabajar o existir en su hogar sin tener que sudar o padecer calor. Me refiero a que su uso ha hecho que cada vez menos personas hagan actividades fuera del confort que genera. Esto ha limitado la oportunidad para disfrutar de actividades en el exterior moviendo el cuerpo cómo ejercicio para la salud y obviando todo tipo de sedentarismo. y es aquí y con esta palabra que ligamos el sentido del título que genera muchas veces engordar y se llama sedentarismo térmico.
El sedentarismo consiste en vivir estando mucho tiempo sentado o acostado, haciendo poco o nada de ejercicio. Javier Sánchez un analista del Instituto de la grasa csic dice que “el aire acondicionado engorda porque estando fresquitos se nos despierta el apetito” y por otro lado se encuentra el estado de comodidad que sugiere una temperatura diferente a la existente fuera del espacio acondicionado con el aire que hace que los encontrados en ese lugar queramos seguir allí sin necesariamente mover el cuerpo”. Es un argumento de peso.
Se añade entre los apuntes del investigador que a mayor temperatura, menos apetito. así que parece obvio que si vivimos, y comemos, con aire acondicionado, comeremos más y engordaremos más. Por eso se sugiere además siempre precaver la cantidad y lo que se comerá con la temperatura y el tiempo que uno estará en la casa refrigerada.
Otro experto corrobora que “es una evidencia que cuando comes con temperatura más fresca, comes más”, explica por su parte María José Castro, médica especialista en nutrición de la Universidad de Valladolid.
Fomento de la glotonería
Se sube de peso y gana masa adiposa al comer en exceso lo que debe evitarse, no hacer ejercicios físicos y excediendo el tiempo de vida sedentaria. Aspecto que sumado al descenso de temperatura en un lugar cerrado eleva el apetito y hace que estemos buscando el aperitivo, “py’a joko” constantemente o pedir el bis o segundo plato en un almuerzo o cena.
Todo esto no necesariamente significa la necesidad de comer sin ventilador o aire sino evitar más bien el dejar que la comodidad de tener y usar el AC nos lleve a comer de más o nos plantee en el sillón o la cama sin otra excusa que el continuar el placer de no hacer algo.
El ser gordo no tiene que ver sólo cómo te ves o te ven sino más bien cómo se encuentra tu sistema bajo la piel y grasa que lo cubre, y qué es lo más importante siempre en la vida de todos. Los excedidos de peso y las personas delgadas, que debemos entender que nuestra responsabilidad no se limita a mantener o tonificar nuestro peso, imagen sino ayudar a nuestras familias o seres queridos que tengan problemas con su peso a entender el problema para no acabar en la burla, discriminación o desprecio por estar gordo. Entender el uso del aire acondicionado y su efecto no deja de ser un tema a abordar por su singularidad.
