El charlar, conversar, dialogar y compartir palabras oralmente frente a frente o cara a cara está dejando de ser practicado y es algo preocupante porque dejamos de lado el uso del oído, la boca y los ojos para poder captar el lenguaje visual del contertulio que respondería con un gesto. Todo eso en vez de usar palabras que podamos escuchar para luego de evaluar el código del mensaje recibido poder responder con una respuesta coherente a lo cuestionado, enriqueciendo el tema en conversación con nuevos datos o interpretaciones que puedan enriquecer lo que haya iniciado una conversación. Hay una crisis y temor por conversar, por estar cerca.
Así es la que habituamos ver cómo lo hacen nuestros padres, tíos, abuelos en la sala, comedor o en cualquier lugar que reúna las condiciones adecuadas para un diálogo. Esa retina es algo así cómo un partido de tenis o ajedrez donde cada persona tiene su tiempo para en el espacio que le otorgue un interlocutor pueda comunicar o devolver la jugada o el desarrollo de palabras con una elaboración auténtica de vocabularios no para discutir o incomodar la relación humana. Poder hablar se vuelve difícil de iniciar o desarrollarla.
Cosas que antes eran naturales, fáciles o comunes hacer cómo la reunión de personas que hablen ya no es lo más común por la existencia de pantallas que literalmente nos separan y que aunque presenten funciones que existan para hacer algo real la virtualidad cómo el poder escucharse y verse que a su vez aunque estén disponibles no son usados. Eso hacer que chateo tenga una mayor presencia en las relaciones humanas, que desde 1988 hasta ahora es el canal o medio más usado para comunicarse mensajes.
La virtualidad se impone
El chateo ha reemplazado quizá el hablar uno frente a otro en los espacios que últimamente se están volviendo populares en nuestra ciudad que son los “cafés” o lugares que venden productos para beber o comer y de paso coexistir entre seres humanos que poseen sentidos, ideas y posturas ante cualquier acontecimiento nacional o internacional.
Que a su vez demanda informarse y estar curiosos acerca de lo que haya sido titular, “trending topic”, temas del momento o lo que sea forme parte de casos destacados por la prensa que es la responsable de desarrollar temas de conversación si no repite historias o no las desarrolla cómo deben ser elaboradas para que impacten y alcancen el fin que desea que es lograr una reacción del contertulio.
El hablar es un ejercicio que nos sirve para poder afianzar la capacidad que tengamos o no para hacer común lo que sea y a su vez para consolidar cualquier intención de hacer público cualquier mensaje en la empresa, universidad y hasta en el hogar que representa el lugar donde podemos aprender a escuchar y responder o seguir aislados con alguna pantalla frente a nosotros con auriculares para cerrar los puertos que tenemos para que arriben o aterricen las palabras. Uno de los códigos que hemos creado para impartir información, pensamientos o lo que nos sirva y pueda servir a cualquier entorno con el que nos toque interactuar como humanos.-