Bernardo Arévalo asume como nuevo presidente guatemalteco este domingo con la presencia de Santiago Peña quien viaja hoy hacia ese país centroamericano.
Guatemala tiene fronteras al norte con México (960 Km), al oeste con Belice (266 Km), al este con el Mar Caribe (148 Km) y Honduras (256 Km), al sudoeste con El Salvador (203 Km) y al sur con el Océano Pacífico (254 Km). Así cómo ahora un nuevo presidente que posee algunas dificultades en su agenda cómo la corrupción que destruyen cómo el cáncer instituciones de cualquier gobierno. La pregunta que surge al respecto es ¿Podrá el nuevo presidente de Guatemala cambiar el rumbo de años de corrupción?.
Se llama Bernardo Arévalo y fue elegido el año pasado cuando los votantes se unieron a la promesa de su Movimiento Semilla de limpiar la política.
Y tiene muchas cosas que limpiar y ordenar en su país cómo:
- La alta tasa de criminalidad
- El Analfabetismo y bajos niveles de educación
- El mercado de capitales inadecuado y subdesarrollado
- La falta de infraestructura, particularmente en los sectores de transporte y electricidad.
No debemos destacar lo malo del hermano país ltino que tiene una posición geográfica privilegiada con acceso a las costas del Océano Pacífico y el Atlántico; disponibilidad de talento joven. Además cuenta con una variedad de microclimas, y ser cuna de los mayas. Una importante cultura prehispánica que desarrolló muchas producciones arquitectónicas e incluso han hecho importantes descubrimientos en astronomía y ciencia que les permitieron crear un complejo sistema de calendario. Haciendo del sistema referencial del tiempo uno que es usado hasta el día de hoy para tener en cuenta nuestros feriados y fechas importantes de aniversarios o lo que deseemos recordar para hacer algo en particular.
Llegó a pesar de todo
Bernardo Arévalo, es un académico modesto, que ofrecerá esperanza cuando preste juramento el domingo, a pesar de los mejores esfuerzos de la camarilla gobernante anterior para detenerlo. Algo habitual entre partidos que se enfrentan para tener acceso al poder y desde ahí intentar gobernar a favor del mandante que esperamos que desde el Estado se haga un buen uso de la cosa pública para evitar que caiga en manos de la corrupción.
Arévalo tiene 4 años para gobernar y lograr hacerlo con su pueblo y gabinete de colaboradores a favor de Guatemala, país que puede o no aprovechar su ubicación geográfica y potencial interno para salir adelante en mundo donde lo que importa más allá del competir y ganar debe ser identificar en lo bueno que tenemos para ofrecer a un mundo curioso de culturas nativas que pueden servir para mejorar sus condiciones de vida. Muchos guatemaltecos dejan su país con destino a su vecino Mexico o a los EEUU. Las remesas constituyen una fuente importante de ingresos del país.
Un gran desafío para Arévalo que a pesar del voto popular muchos poderes fácticos pretendieron evitar que jurara como nuevo mandatario este próximo domingo.