No hace falta explicar el título, pido que se tomen 2 minutos, en casa u oficina, con aire o ventilador, agua fría o tereré y noten la reacción del cuerpo…
Voy terminando mi rutina diaria de ejercicio (30 minutos en bicicleta estática) y al terminar, no solo el oxígeno faltaba, sino también la sed apremiaba. Las ganas de una ducha fría para volver a vivir era lo que más deseaba. Más aún al concluir el ejercicio en una tarde paraguaya. En un artículo pasado, recuerdo haber escrito que las estaciones han dejado de sostener su temperatura “normal” de tres meses para extenderse a más cómo en éste país de sudamérica, que en invierno también tiene picos de temperatura baja oscilando los cercanos a 0 grados. ¿Será el cambio climático que ya no perdona una?
Lectores de buena memoria me dirán que he dedicado espacio para escribir sobre el clima, pero como dice un buen amigo hablar sobre el clima es un tema de conversación frecuente, amigable y muy necesario. Si bien en este rincón del mundo no han existido situaciones climáticas tan graves como en Australia o California ya no estamos tan lejos. Mi madre dice; “así cómo tratamos a la naturaleza, así ésta responderá de la misma manera o quizás con más fuerza”.
Graves mutaciones
Hoy estamos viviendo tiempos inciertos, los resultados catastróficos del dengue y la gente que ya se ha llevado, otras que luchan por sus vidas y otros lidiando con los efectos de la picazón en el cuerpo y batallando con la indisposición (yo oficialmente formó parte de las estadísticas en este verano 2020).
Hoy estoy de acuerdo con la joven sueca Greta Thunberg y su defensa del medio ambiente. Una adolescente de 15 años que tuvo la valentía de pararse frente a autoridades del mundo y sin temblar decirles todas sus verdades. Hoy día no es sólo Paraguay el que cambia, cambia el mundo y al formar parte del planeta también cambiamos nosotros, nos afecta el mismo sol que calienta otras latitudes.
No está de más recordar todos los puntos a tener en cuenta para evitar más problemas climáticos, este ya no es un problema del mañana, este es nuestro presente. La pacha mama ha dejado de ser paciente con sus respuestas para preparar el aviso de una tormenta. Y con cada una de ellas, los baldes para las goteras formadas por la intensidad de las lluvias son parte del escenario natural en muchas casas paraguayas..
Nos hace falta más que la efectiva fe y oración diaria para hacer frente a los cambios climáticos y sus riesgos. No hay mejor solución a los problemas climáticos que no pasen por la consciencia del ser humano, la tierra es como la casa que debe estar ordenada y limpia. La gran pregunta es: ¿vos qué estás haciendo para dejar mejor este planeta?
