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Gestos humanos y tiernos

Al estar viendo un partido de fútbol por la televisión o presente en la cancha cómo espectador es habitual ver no solo la acción de los atletas sino de lo que hace o puede hacer el aficionado antes o durante un juego. . El mismo hincha que al encontrarse molesto con su equipo se excede con los fuegos artificiales que no son solo lanzados al aire sino también a la cancha donde el atleta tiene que padecer y sufrir la inconsciencia de hinchas agresivos capaces de destruir los 90 minutos de duración normal de cualquier partido de fútbol. A pesar de que las bengalas están prohibidas, las mismas siguen muy vivas y activas. 

Hace poco y en un país convulsionado por terremotos como Turquía y en su ciudad mas poblada:  Estambul y en el juego de  dos equipos turcos, Beşiktaş y Antalyaspor  en vez de bengalas miles de ositos de peluche fueron arrojados al campo por los fanáticos, que  se entregarán a los niños que sobrevivieron a los recientes terremotos mortales que sacudieron el sur de Turquía y el norte de Siria. Las cifras de muertos superan los 50 mil   y más de 300.000 resultaron heridas.

Un gesto humano

El partido se detuvo después de cuatro minutos y 17 segundos, lo que representa el momento en que el primer terremoto golpeó Turquía y Siria a las 04:17 el 6 de febrero.Una simbólica reacción del fanatico del fútbol conocido más por su capacidad de destruir, ensuciar y desordenar los espacios públicos antes, durante y después del partido. Actitud poco o nada humana que ahora ha tenido un giro copernicano inesperado con una cancha no llena de botellas de plástico o resto de fuegos artificiales o humo, que ahogan a los atletas y hace cancelar o pausar la fiesta del balompié sino con gesto lleno de humanidad y de ternura.  

Esperamos que eso no sea solo por causa de un terremoto y se haga rutina en los estadios de futbol de todo el mundo. .

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