Se apagó la voz fìsica de una de las grandes representantes del movimiento “tropicalisimo” del Brasil: Gal Costa. Nuestro vecino sudamericano despidió a una referente de su música. Todo un país lloró la partida de la gran intérprete de “fuerza extraña” y otros temas que fueron suceso a lo largo de su dilatada carrera.
Somos conscientes que el final del ciclo vital es natural y todo ser vivo en el planeta tiene su fecha de caducidad, desafortunadamente en Brasil esa fecha tocó a Gal Costa, una cantante de bossa nova y otros estilos de la música “rapai”.
Gal Costa, también conocida cómo la dona de la música, falleció y fue una parte principal del movimiento Tropicália y había cancelado recientemente una aparición en un festival de música después de la cirugía.
Incluso fue una voz importante que se escuchó durante la dictadura brasileña, contra esta por supuesto cómo otras referencias de la música de este país como Caetano Veloso, Vinicius de Moraes y Rita Lee a quienes me tocó ver ayer en el Jornal Nacional por la tv Globo que dedicó 30 minutos de su programa a esta mujer en un merecido homenaje yendo desde su nacimiento, juventud, viajes más importantes en el mundo y reconocimientos entregados a la mujer caracterizada por cantar suave o macinho que ya no existe más.
Logró sí , entre otras metas alcanzadas, llegar a los 77 años viviendo en Sao Paulo aunque haya nacido en Salvador Bahía, un lugar muy parecido al tono de voz utilizado en la interpretación de su música.
Una voz inconfundible
No se proporcionó de inmediato la causa de la muerte. La cantante, que vivía en São Paulo, había cancelado recientemente un concierto en un festival de música local por consejo de su médico.
Así con su ausencia siguen en los registros musicales digitales y para los melómanos que solo aceptan escuchar a través de formatos viejos también la música de Gal Costa.
Fue una musa de la floreciente escena de música popular de Brasil a fines de la década de 1960 y cantó con algunos de los nombres más importantes de la música brasileña, incluídos Tom Jobim, Chico Buarque, Milton Nascimento y su amigo cercano Caetano Veloso.
Algunos titulares destacan este suceso como que “Brasil pierde una de sus voces más hermosas”. otros que fue una leyenda de la música del país que ya no se concentra tanto en producir música massinha sino sonidos más duros y menos suaves como era el estilo de la ya extinta Gal Costa. La gente seguirá recordándola en sus registros sonoros y buscará siempre encontrar donde estaba esa “fuerza extraña” en sus interpretaciones.
