Las palabras de Marcelo Gallardo en la semana pasada llenaron de presión al escenario político y encendió la polémica por la vuelta a los entrenamientos de los clubes. Pero si faltaba un ingrediente a esa discusión era el ultimátum de la Conmebol.
El director de Desarrollo de la Confederación Sudamericana de Fútbol, Gustavo Belloso, empezó a ablandar el terreno y avisó: “Por datos que tenemos, pensamos que en septiembre podríamos estar compitiendo en toda Sudamérica”. En Argentina, se cree que los entrenamientos volverán recién a mitad o fines de agosto.
Y en ese contexto, Belloso fue tajante: “El protocolo nuestro es que cada equipo va a tener que tener 15 días entrenando. Lamentablemente no podemos esperar a un país por situaciones que son extradeportivas, de política u organización”.
Para cerrar, el directivo remarcó: “Al torneo lo hace grande que juegan los diez países y esperamos ansiosamente que participen los diez. Si algún país no puede jugar, veremos la posibilidad de que jueguen en otro lado”.
Lo cierto es que en Argentina los números y las fechas no cierran. Los equipos del país no se mueven desde marzo, todo indica que la cuarentena va por la mitad y el Gobierno evalúa volver a FASE 1 por el crecimiento de los casos. Con este contexto aumenta la duda sobre lo que pasará con los clubes de Argentina en la Libertadores, dudando si aceptarán ser locales en otro país o fuera de su estadio.
