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Escribir el epitafio

¿Pensaste alguna vez cómo te sentirías si un día escribieras tu propio epitafio?

Personalmente, soy una defensora de que no somos títeres del destino, ni de nadie, ya que tenemos libre albedrío y se nos dio la posibilidad de elegir entre lo bueno y lo malo (convengamos que lo que creo que es bueno para mi, tal vez no lo sea para usted o viceversa). Y que todos venimos a este mundo munidos de las herramientas que precisamos para cumplir nuestra misión, además de haber sido “creados a imagen y semejanza” de quien creó el universo -al menos eso es lo que leemos la mayoría de nosotros: léase mundos musulmán, judío y cristiano, ya que lo dice en el libro que consideramos más sagrado-. Partiendo de esa base, no es tan loco pensar que uno mismo pudiera escribir su propio epitafio, es decir, aquello que se dirá de nosotros cuando dejemos este mundo, cuando partamos “al más allá”.

Y la idea, si nos adentramos en ella, es más que fascinante. Es como tomar las riendas de tu vida como adulto y decidir de una buena vez, qué vinimos a hacer a este mundo y hacerlo!

Porqué digo como adultos? Porque desde el momento en que somos capaces y tenemos la valentía de asumir la responsabilidad de nuestros actos, nos convertimos en verdaderos adultos. Antes de eso, somos niños aún en ese aspecto (mental, emocional, espiritual).

Tener el coraje para decir seré esto o haré lo otro y terminaré haciendo tarde o temprano aquello, no es para cualquiera, es sólo para gente que sabe lo que quiere y va por ello, o bien, se da cuenta de que esa zona que aparentemente es confortable, se ha vuelto tediosa y apática. Es despertar y preguntarse que haría si fuese el ultimo día de mi vida? Y ver que no estamos haciendo lo que haríamos en tal caso, por lo tanto, decidir cambiar, crecer, evolucionar, aunque implique cortar, despedir, dejar, soltar…

para escribir el propio epitafio no hace falta solo ser valiente, también hay que ser cocientes de lo corta que es esta vida y saber reírnos de nosotros mismos, ya que no saldremos luego vivos de ella.

Escribir el propio epitafio es una acto profundo que sólo al realizarlo, te darás cuenta de lo que valdrá para vos, y como todas las cosas, la experiencia es diferente para cada uno. Ojalá sea tan  gratificante y empoderador como lo ha sido para mi.

Leti Martínez Bogarín
Leti Martínez Bogarín
La magia de tu corazón | Mentora y escritora

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