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Es posible llegar al clímax en 3 minutos

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El alcance de un placer elevado durante el encuentro sexual constituye un aspecto central en la mayoría de las relaciones, pero muchas veces éste no se encuentra de la mano con la llegada del orgasmo, que representa el objetivo central durante gran parte de los vínculos sexuales.

Para ellas podría resultar un poco más difícil alcanzar un orgasmo pleno, pues de acuerdo a una publicación del medio español La Vanguardia, un promedio del 30% de mujeres latinoamericanas nunca o casi nunca ha tenido un orgasmo, lo cual podría responder a factores como la represión sexual o la falta de informaciones, a decir de las sexólogas.

Por ello, la revista española Cosmopolitan habló de una técnica que puede influir en la posibilidad de alcanzar el orgasmo incluso en minutos. La misma se denomina kiving y consiste en una renovación en medio del sexo oral, permitiendo así no solo un mayor disfrute para la mujer, sino también un alcance más ampliado de lo que su pareja vaya consiguiendo con su lengua.

LAS ETAPAS
Para que la técnica genere los resultados esperados, debe realizarse en tres pasos fundamentales. Más que el oral habitual, el secreto del kiving está ligado a la posición en la que se encuentre la persona a llevar a cabo la innovación: en lugar de acercarse entre las piernas, el individuo debe colocarse de lado.

Así, la pareja debe tratar de exponer el clítoris de la persona que recibe el placer, haciendo una ligera presión con los dedos pulgar e índice. Una vez quede más expuesto, hay que lamer de lado a lado, no de arriba abajo.

Cuando se lleve un rato estimulando el clítoris, con la otra mano, se ha de presionar levemente el perineo, el área entre la vagina y el ano, algo que aportará un extra de placer antes de llegar al orgasmo, potenciando la satisfacción experimentada por la mujer.

Cuando ella se encuentre alcanzando las puertas del orgasmo de una manera inminente y el placer sea cada vez más intenso, la pareja debe mover su lengua desde el ángulo lateral hasta la cabeza del clítoris. En este punto, la clave es mantener el ritmo y la presión constantes para que la llegada al clímax se encuentre a minutos.

La técnica se centra en el clítoris porque de acuerdo a la sexóloga Ruth González, la mayor parte del porcentaje de mujeres no pueden alcanzar un placer absoluto a través de la penetración, a diferencia del clítoris. Entonces, como la zona resulta estar más predispuesta a las satisfacciones, su estimulación puede brindar un alcance asegurado al orgasmo.

JUGUETES
Aparte del método kiving, una de las recomendaciones habituales para potenciar el placer y el orgasmo viene de la mano de juguetes sexuales. Los aparatos no solo permitirán una satisfacción elevada, sino también introducirán una forma diferente con la cual se puede disfrutar de manera multiplicada una relación sexual.

Uno de ellos consiste en los vibradores bala, que se consideran como uno de los clásicos entre los productos de bienestar sexual; también constituyen una opción popular entre las “novatas”, pues son pequeños, discretos, fáciles de usar y dan buenas dosis de placer.

Otro juguete se trata del Satisfyer Layons Sweet Temptation, el cual no tiene que ver ni con la vibración ni con la succión, sino con una caricia rotativa gracias a sus láminas extrasuaves, que actúan como una especie de lengua o varias lenguas, potenciando el clímax para ellas.

POSTURAS
Para aquellas que sí cuenten con la posibilidad de alcanzar el placer a través de la penetración, dos posturas que permitan una más profunda podría inclinarlas a un orgasmo explosivo durante sus encuentros sexuales.

La primera consiste en el denominado “dos por uno”, haciendo referencia a una doble penetración, ya sea con un pene y un juguete o simplemente dos consoladores. La única recomendación en esta postura es una inmensa cantidad de lubricante para el anal, pues como la zona no se lubrica de manera natural puede llegar a incomodar a la mujer si la actividad se prolonga.

La última consiste en la clásica pose en cuatro, pero la variante aquí estará ligada a que la posición se realizará mientras ella esté parada, con las piernas bien separadas y los brazos atajados por su pareja, detrás de su espalda.