Desde los antiguos tiempos la población de pueblos originarios del Paraguay ha tomado territorios por los que habitan en la actualidad, con un complejo escenario de discriminación estructural y amenaza de desalojo del lugar donde viven.
Tal situación, hace latente y se agrava esta problemática, por las que mujeres y niñas indígenas pasan en diversas situaciones de violencias, dentro y fuera del hogar, no ha cambiado a través de la historia, las desigualdades de derechos siguen invisibilizándose, desatendidas, siguen sumando en las estadísticas de mujeres y niñas víctimas de violencia, tantos casos como la violencia psicológica, económica, estructural, política, sexual, entre otras.
La pobreza extrema, la falta de acceso a la educación, a la salud, en busca de mejores oportunidades, estas mujeres y niñas, se aventuran a abandonar sus pueblos originarios, migran hacia la ciudad, muchas de ellas bajo engaño, caen en redes de Trata, son sometidas sexualmente, otras quedan atadas en trabajos insalubres, denigrantes, muchas de ellas con sus niños en brazo mendigando por las calles de la ciudad, con hambre endémico, con los pies descalzos, sin abrigo, sin comida, sin aseo. Son vulnerables a cualquier tipo de vicios y de hombres indecentes, terminan con embarazos sucesivos. Nos parte el alma y nos consta, en los semáforos hemos visto por las calles Mujeres Indígenas buscando piojos a sus niñas y niños, mendigando, una triste realidad la falta de asistencia y ocupación por parte de los gobernantes actuales.
Ante este flagelo, ¿Dónde están sus sueños ante falta de oportunidades en igualdad de condiciones?, si bien tienen el anhelo de superación, de un futuro digno, con un empoderamiento económico, un trato igualitario en sus derechos, la inclusión en la sociedad, en la política.
En un encuentro ameno con la ex Ministra de la Mujer Gloria Rubín, tuvimos la oportunidad de conversar entre otros temas acerca de la situación de Mujeres en Paraguay, en una de sus destacadas gestiones a favor de las Mujeres Indígenas, realizaron una loable tarea en articulación con otra entidad para ayudar al empoderamiento económico, visitaron las diferentes comunidades indígenas comprando sus artesanías como regalo de fin de año.
Cuanto podemos hacer, mientras tanto solo nos queda exigir a las autoridades, no al desalojo de sus territorios, a la no exclusión y a la no marginación de Mujeres Indígenas.
