La situación de fleteros que cierran rutas y caminos del país se está volviendo insostenible porque ninguna de las partes posee un deseo real de buscar una solución. El gobierno sigue hablando de que vía decreto puede establecer un mecanismo de negociación entre las partes.
Los fleteros afirman que sin una ley no se van. Otros dicen que ya no se puede estudiar dicha norma porque al haberse aprobado en general y haber retornado a comisiones, sin haberse estudiado el proyecto de ley queda sin validez y tendrá que volver a ser presentado como tal, pero lo más importante aquí es la verdadera voluntad que tienen las partes de lograr un acuerdo.
Si no se ponen en un mismo sentido de conversación, tanto los fleteros, los contratistas de fletes y el gobierno, no habrá solución para esto y estaremos pagando las consecuencias todos, con precios mucho más altos, con producción que no va a llegar hasta los centros de distribución, terminando en un problema político grande para un gobierno muy débil como el de Abdo Benítez.
Deberían evaluarse todas las variables, pero en las condiciones actuales, todavía viviendo la pandemia que ha golpeado fuertemente a toda la economía del país y con una cuestión inflacionaria que se ha desatado en los últimos meses, la falta de solución se ha convertido en un factor desequilibrante de la economía y de la política que tiene que resolverse tan pronto como sea posible.