El “modelo de negocio” de algunos políticos es reducir su visibilidad personal y minimizar la participación ciudadana, y esto implica que grandes debates no se generen sobre temas que afectan a todos.
Ahora los que prefieren moverse desde las sombras se encuentran con el problema de que las listas abiertas los obligan a mostrar lo que hicieron o a gastar en estructura para el día D de una forma compleja.
Y esta es una gran posibilidad de visibilidad para quienes ocupen cargos o quieran participar de elecciones desde otro lugar generando motivaciones que movilicen a otros sectores.
Cualquiera sea el caso, las dos son campañas, lograr visibilidad o sostener estructuras, y en las dos se debe invertir tiempo, estrategia y dinero.
El desafío para los sectores que busquen visibilidad desde la participación ciudadana es lograr que el debate sobre el Presupuesto General de la Nación, la Ley de Emergencia o la revisión del tratado de Itaupú genere el mismo nivel de búsqueda que nuestra candidata a Miss Paraguay Nadia Ferreira. La clave está en que se pueda conectar emotivamente la discusión sobre el PIB como la preocupación de esa población que debe llegar al pago mensual de sus microcréditos.
La meta está en lograr que las causas nacionales se transformen en un Cerro vs Olimpia.
