Hay muy poca capacidad pareciera de algunos sectores o hay un interés en colocar la cuestión, como una cuestión secundaria, pero la acusación de Estados Unidos contra Cartes y su prohibición de ingreso a su territorio, no descartando otras acciones como por ejemplo la posibilidad de ser extraditado y otras acciones que están dentro del documento del departamento de estado, nos demuestra que el problema que tiene Cartes no es con el Gobierno paraguayo, ni con el Estado paraguayo, sino que es un problema entre Estados Unidos y el expresidente de la República, quien debería enfrentar los cargos que le va a venir encima y ya las prohibiciones que le han dado.
Esto, que algunos lo toman sólo como una cuestión política, casi siempre es el preanuncio de acciones judiciales que van a ser llevadas adelante, lo que deberíamos comprender y entender detrás de esto es que somos parte de una comunidad internacional, en donde aquello que no hagamos para hacer justicia a nivel local, terminan esos hechos delictivos afectando los intereses de otros países.
Nosotros creemos que el problema del contrabando de cigarrillos al Brasil y otras partes del mundo no es un problema nuestro. Es un problema de nosotros y cuando eso tiene todavía repercusión en el ámbito del terrorismo internacional la cosa se vuelve de castaño oscuro.
Lo que no entendió Cartes y tampoco parecieran entender sus seguidores, que ahora Estados Unidos es el adversario de Cartes, que no es necesariamente alguien demasiado pequeño que se puede subestimar. Entender que el debate tiene que ser dentro de un ámbito supranacional, es una manera también de comprender el rol y el protagonismo que alcanzó el expresidente paraguayo.
