lunes, septiembre 22

Dr. Dionisio Borda, Antorcha de la Libertad 2025

En una ceremonia tocante el domingo a la mañana le fue entregada la distinción más importante a los forjadores de la libertad al Dr. Dionisio Borda, dos veces ministro de Hacienda y un economista que transformó el manejo probo y honesto de la hacienda pública. En su primer período sacó al país del default en el 2003 y posteriormente en el 2008 hizo crecer al Paraguay a un récord del 14%. Su trabajo intachable, lleno de honestidad y de dedicación a la patria, lo ha hecho ganador de este premio que entrega anualmente Radio Libre en su aniversario. El fundador y director de la emisora, el Dr. Benjamín Fernández Bogado, dijo que: “Para alguien que solo tenía a su madre, su comunidad y su educación para salir adelante, no había opciones más que enfrentar la vida con la mejor de sus espadas: la dignidad. Dionisio Borda la supo blandir a lo largo de su vida pagando todos los costos que se asumen en este país cuando de levantarla se trata. Vivió una parte de su infancia en su natal San Juan Bautista de las Misiones, donde las enseñanzas de Monseñor Bogarín calaron profundamente en su carácter y su espíritu. Siempre supo que la inteligencia y su cultivo serían determinantes en un país en ese tiempo dominado por la oscuridad, la mediocridad, el miedo y la persecución de la dictadura de Stroessner. El mismo régimen que se encargaría de recordarle muy poco tiempo después el costo que pagaban los hombres dignos”. 

La dilatada vida académica que fue forjada en ocho años de estudios en la Universidad de Wisconsin en Madison y la de Massachusetts en Amherst, donde obtuvo su doctorado, fueron puestas posteriormente al servicio de un país que reclama servidores de la talla del Dr. Borda, especialmente en estos tiempos de sobres y maletines. A su retorno a Paraguay se volcó de lleno a mejorar una economía dominada por la preocupante desigualdad y el malgasto público.

Sobre eso, Fernández Bogado afirmó: “El retorno a la democracia en 1989 nos trajo a todos un gran entusiasmo y el Dr. Borda no se quedó en la cátedra ni en los centros de estudios como el CADEP, desde donde profundizó el debate acerca del rol del Estado, el de los empresarios y las urgencias sociales y económicas que habría que acometer. Cuando tuvo la primera de sus oportunidades arregló el desastre dejado por el gobierno de González Macchi que puso en default al Paraguay. Sacó sus mejores virtudes de argelería, en el buen sentido de la palabra paraguaya, para cuidar los cofres de la hacienda pública. Buscó mejorar un Estado dominado por la mediocridad, la codicia, el despilfarro y la corrupción. Menuda tarea la suya. Luchó a brazo partido y su herencia es hasta hoy referenciada incluso entre sus peores críticos. Retornó de nuevo como ministro de Hacienda en una segunda oportunidad y siguió siendo el mismo. Cuidadoso con las deudas, concentrado en el gasto público y buscando la eficacia de gestión de los recursos haciendo honor a aquello de que si no se sabe administrar lo poco, nada se sabrá hacerlo con lo mucho. Salió de ambos pasos de la función pública sin una sola referencia de corrupción, lo que en un país como el nuestro, referenciado en ese gran defecto y pecado cívico, es ciertamente un galardón”.

UNA ECONOMÍA PARA LA GENTE

El Dr. Dionisio Borda, luego de recibir la distinción, afirmó que no lo esperaba y que la economía paraguaya debe hacer que los números macro vayan a la par de una realidad que le toque a todos. Habló de la urgente necesidad de cuidar el endeudamiento del país y promover entre los jóvenes la preocupación de un mejor país que el que tenemos. Afirmó: “Nuestra democracia, aunque joven, ha recorrido un largo camino desde los días oscuros del autoritarismo. Sin embargo, debemos ser honestos con nosotros mismos, aún persisten grandes desafíos. Nuestro país ha logrado la estabilidad macroeconómica y avances importantes en algunos sectores.

Pero no hemos resuelto los problemas estructurales que frenan nuestro desarrollo. Me refiero a la desigualdad social, la pobreza que golpea a miles de familias, la informalidad que margina a tantos trabajadores, la narcopolítica, el retorno de medidas autoritarias y la corrupción e impunidad que minan la confianza ciudadana en las instituciones. La libertad no se realiza plenamente si no está acompañada de la justicia social y de la oportunidad para todos. No basta con crecer económicamente. Necesitamos que ese crecimiento sea inclusivo, que llegue al campo y a la ciudad, que beneficie al pequeño productor, al joven estudiante, a la mujer trabajadora y al emprendedor que arriesga. La libertad auténtica es la que se traduce en igualdad de derechos, educación de calidad, en salud accesible, en un Estado que sirva al ciudadano y no a intereses particulares”.

Hizo un repaso de su vida dominada por la lucha en favor de la libertad, la que afirmó es el don natural que siempre debe ser cuidado. “Bueno, después de tantas y tantas palabras de Benjamín, yo no tengo esa capacidad enorme que tiene de transmitir ese pensamiento y también tuve que escribir algunas líneas que reflejan lo que pienso en ese premio que hoy recibimos. Queridos compatriotas, amigas y amigos, con profunda gratitud y humildad recibo el premio Antorcha de la Libertad. Este reconocimiento proviene de una institución que viene otorgando a ilustres compatriotas. Me honra de manera especial porque evoca valores que han guiado mi vida personal, profesional y ciudadana: la libertad, la honestidad, el compromiso social y la responsabilidad con el país. Quiero comenzar recordando que la libertad no es un concepto abstracto ni un privilegio asegurado. La libertad se siente en la vida cotidiana, en la posibilidad de expresarnos sin miedo, de trabajar con dignidad y soñar un futuro mejor.En mi vida conocí la privación de la libertad durante los años de la dictadura. Esa experiencia marcó mi conciencia y me enseñó a valorar más que nunca la democracia, el pluralismo y el derecho humano. Por eso, esta Antorcha de la Libertad no es solo un símbolo, es un recordatorio de que nada hay más valioso que vivir en una sociedad libre y democrática”, afirmó emocionado y congratulado el Dr. Borda al recibir la estatuilla original creada por Hugo Pistilli que muestra dos manos sosteniendo una antorcha.

El evento se cerró con la participación del arpista Sixto Corvalán, uno de los grandes arpistas paraguayos, y el estreno de una guarania dedicada a José Asunción Flores con letras de Lizza Bogado y música de Ismael Ledesma, presentada por la misma autora. Un evento único e inolvidable para los asistentes y para quienes siguieron la transmisión por radio y redes sociales.