El buque Don Toyo (el más grande de la Hidrovía y construido en Paraguay), tuvo que interrumpir su viaje inaugural rumbo a Buenos Aires tras sufrir una avería en plena navegación por el río Paraguay. La nave experimentó la pérdida de uno de sus timones al atravesar una curva compleja cerca de la zona de Humaitá.
El incidente se registró en un tramo fluvial de difícil maniobrabilidad, donde el barco impactó contra una de las márgenes del río, ocasionando daños en su sistema de gobierno. A pesar de continuar navegando con un solo timón, las autoridades decidieron que lo más prudente era ordenar su regreso inmediato a Asunción, decisión que se concretó el jueves 19 de junio sin contratiempos para la tripulación ni la carga.
Con una capacidad de 906 TEUs y 120 metros de eslora, el Don Toyo había zarpado el pasado 10 de junio con destino al puerto de Exolgan, en Argentina, marcando su primer recorrido comercial de largo alcance. La expectativa era alta, ya que se trata de un buque diseñado para optimizar el transporte fluvial en la hidrovía Paraguay-Paraná y consolidar el posicionamiento logístico del país en la región.
Una vez de regreso al puerto de origen, la nave fue sometida a una evaluación técnica preliminar. Parte de la carga será descargada para facilitar el ingreso al área de reparaciones. Aunque las primeras estimaciones indican que la solución podría encontrarse en poco tiempo, todo dependerá del diagnóstico mecánico definitivo.
El Don Toyo no es solo un barco: simboliza un hito en la soberanía logística paraguaya. Fue construido en el astillero Aguapé de Asunción con mano de obra 100% nacional y una inversión superior a 15 millones de dólares, en un proyecto que involucró a más de 300 trabajadores paraguayos. Aunque el debut no salió como se esperaba, el potencial del buque como pieza clave en el desarrollo fluvial de Paraguay sigue intacto
