El término “Democracia”, formado por los vocablos griegos demos (“pueblo”) y kratós (“gobierno”), hace referencia a una forma de organización social donde la titularidad del poder recae en la totalidad de sus integrantes. Lo irónico es que durante todos estos años hemos tenido un concepto equivocado de la representatividad dando ese poder, cada elección, a los que han asaltado este país, robando las oportunidades de varias generaciones. Ni la pandemia ha sido la excepción a la regla.
Una vez leí, que se hacía en redes sociales una consulta, sobre quiénes eran los demócratas de nuestro país. Lo sorprendente de las respuestas es que mucha gente mencionada a personas que han luchado por el derrocamiento de la dictadura, aquel 1989, pero nadie cito a los jóvenes del marzo paraguayo, o los estudiantes de “UNA NO TE CALLES”, o los movimientos de “escrachadores” que han logrado poner en prisión a “todopoderosos” que durante mucho tiempo se han aprovechado de la ignorancia democrática que se instaló durante la transición.
La idea de la ignorancia democrática me hizo pensar en los actores que durante estos más de 35 años se empeñaron a dejarnos en la condición que estamos. Lo más triste es que hasta ahora no cuentan con ninguna condena social y sigue defendiendo causas indefendible como algunos privilegios públicos.
Siguiendo con un poco más de la definición, El demócrata, por lo tanto, se opone a cualquier forma de gobierno que no sea la democracia. En tiempos de dictaduras o regímenes de facto, los demócratas suelen ser perseguidos por sus ideales y por su lucha política. Hoy homenajeo a tantos luchadores anónimos que han logrado mantenernos en libertad.
Que esta año nos sirva para tomar fuerzas y sacar a los corruptos. Es hora de ser demócratas!
