A comienzos de junio el presidente argentino Alberto Fernández en conferencia de prensa con su colega español Pedro Sánchez, quiso posar de erudito y se despachó con indisimulado placer: “Los mexicanos salieron de los indios, los brasileros de la selva, pero los argentinos de los barcos”. En pocas horas la fallida cita daba la vuelta al mundo acompañando el grotesco con ingeniosos memes, que acusaban de racista y xenófobo al primer mandatario. Luego vinieron las disculpas y una serie de tropiezos y que, aunque no eran parte de la campaña electoral, acumularon una serie de desaciertos y más disculpas, que le significaron diez puntos menos en las elecciones de septiembre y un buen tirón de orejas mediante carta abierta de su Jefa Cristina, vicepresidenta que sin disimulo le recordó que fue puesto allí por ella.
Oscar Rodriguez Kennedy, ex intendente y candidato por el Partido Colorado/ANR, para el 10 de octubre, respaldado por una cartelería de blanco prístino, donde no aparece el Centenario Partido ni su sigla, subido a su euforia y desenfado contra Eduardo Nakayama, cuestionó en su discurso “que un japonés venga al Paraguay a mandar. Mba’eteko peteí japonés outa ápe ñane retáme omanda gua’u”, y se convirtió ese jueves en tendencia en twitter.
Los medios de su jefe y empresario de frontera externa e interna, no publicaron una línea durante un par de días para luego salir a emitir amorosas y edulcoradas disculpas, mañana, tarde y noche.
Usted Rodríguez Kennedy, tiene el derecho a pensar que la gente no piensa. Por ende, habrá que tomar sus declaraciones posteriores y hacer de cuenta que su acto fallido no existió. Hasta un alumno de psicología le podría indicar que estas cuestiones de la oratoria no solo tienen que ver con el discurso, sino también con lo que hay en la cabeza de cada ser humano en su sentir más profundo.
Corría 1988 y George H. W. Bush (vicepresidente de EE. UU) daba un discurso por radio y TV para destacar los logros de Ronald Reagan y dijo: “Hemos tenido triunfos. Cometimos algunos errores. Hemos tenido un poco de sexo … eh … contratiempos”. Se trató de un desliz freudiano, también conocido como acto fallido o lapsus linguae.
Rodriguez Kennedy no está solo, no es el primer caso y aún le queda la parte más caliente de la campaña. La gente que lo escuchó y leyó no compra el acto fallido o el exceso de adrenalina de ese supremo momento, donde los hurreros y otros incondicionales le hicieron meter la pata de manera colosal, rememorando los viejos tiempos de la aplanadora colorada, donde la ofensa era gratuita. Pero ¿Qué causa realmente estos errores? ¿Tienen algún significado oculto?
Resulta muy interesante al verificar su biografía pública, en la que Ud. destaca: “su inquietud artística le llevó a participar en los programas de televisión, Calle 7 y Baila Conmigo”. Aún guardo su fotografía que publicara el diario Hoy en pleno frenesí de bailarín, luciendo su musculosa colorada sin mangas, pantalón negro y guantes (¿?). Su rubia partenaire hace juego con sus tobilleras y crop al mismo tono. Usted como todo un caballero, ubicado a su espalda la sostiene por la cintura mientras ella hace equilibrio boca abajo sobre el escenario. Disculpe que no publique su foto por respeto a los lectores de El Independiente (soy un poco conservador) y me parece un porno de baja calidad. Por otra parte, algún travieso describió un círculo alrededor de su compañera y puso “Asunción”. No creo que merezca nuestra capital, tamaña ofensa, ni tengo dudas que en su subconsciente están más que despiertos sus profundos anhelos de desarrollar una gestión muy superior a su vena artística en caso de ser electo.
Migraciones y disculpas La cuestión de fondo como futuro intendente es su mirada sobre la conformación migratoria del país, el manejo de una ciudad atravesada por componentes rurales y urbanos y en qué medida este mestizaje ha aportado a la conformación de la identidad de nuestro ser nacional.
No me cabe duda que, con su experiencia municipal, que también detalla su currículum, usted sabe que la migración es un proceso contemplado en el Derecho Internacional, reconociéndolo como un derecho humano básico y que existen una serie de acuerdos y tratados internacionales que le dan soporte a nivel mundial. Según Naciones Unidas, en el ranking de la migración Paraguay ocupa el lugar 126 y siempre ha primado la emigración antes que la inmigración. De modo que los compatriotas viven agradecidos a lejanos o cercanos países por su hospitalidad.
Otro dato importante es que la mayoría de los inmigrantes corresponden a Argentina, Brasil y Uruguay. ¿No pensó acaso que si usted en lugar de agredir a un descendiente de la colonia japonesa, se la hubiera tomado con algunos de la Triple Alianza, tal vez hubiera sido mejor visto?
En el siglo xx, Paraguay continuó recibiendo inmigrantes, sobre todo europeos que se fugaban de las guerras ocurridas en el Viejo Mundo. Varios grupos se instalaron en Paraguay, como los españoles, alemanes (algunos de los cuales son menonitas), italianos, coreanos, franceses, japoneses, polacos, ucranianos, árabes (en su mayoría sirios y libaneses) y judíos, entre otros.
No quiero saturar a los amables lectores con la lista de ex intendentes y sus vínculos con inmigrantes, tal como al final hasta Ud. terminó reconociendo su ascendencia irlandesa. En estos tiempos de internet todos tenemos antecedentes hasta de nuestros apellidos. Y resulta curioso que los Kennedy vienen a significar literalmente “cabeza fea”, un apellido derivado de la forma anglicanizada del nombre gaélico Ó Ceannéidigh; el apellido Kennedy podría traducirse como “cabeza de casco”. Como ve, el que “esté libre de pecado que tire la primera piedra.”
Un tema no menor son sus disculpas, que fueron dirigidas al propio Nakayama, pasando por la Asociación Japonesa del Paraguay y hasta llegué a imaginar haciendo un alto en su campaña doblando rodillas frente al Centro Paraguayo Japonés.
Ocurre que Rodríguez Kennedy, en materia de disculpas tiene un acumulado envidiable y una capacidad de arrepentimiento que excede la extensión de esta columna. Para no hacerla larga y solo voy con las citas: …“un vehículo de la flota municipal transporta un elemento publicitario de Orden Republicano”, más disculpas y “la farra en la discoteca violando protocolos sanitarios”, siguen las disculpas y para completarla y sin disculpas, declarar en plena campaña que “está cansado de ser el profesor de Nakayama que no sabe nada del tema municipal y todo le copia.”
Mis disculpas Oscar Rodriguez Kennedy, “Volveremos mejores” tampoco es suyo. Es la consigna de Alberto Fernández en plena campaña del 2019. Está perdonado, su jefe de campaña no lee los diarios. La imagen del tierno animal sobre el bote que acompaña el texto, no es una alusión personal, fue el meme que recorrió el mundo, ponderando la elocuencia e inteligencia del presidente argentino.
