Con una ventaja cercana al 40%, Daniel Mujica, candidato del movimiento Yo Creo, ganó de forma contundente en las elecciones municipales de Ciudad del Este, derrotando al colorado Roberto González Vaesken, este domingo. De esta manera, se convierte en el elegido a la intendencia para completar el periodo 2021-2026, interrumpido tras la destitución de Miguel Prieto.
Con una participación ciudadana que superó el 45%, los resultados reflejan un fuerte rechazo al gobierno nacional y a la intervención que había dispuesto el oficialismo para controlar el municipio.
El Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) confirmó el amplio triunfo de Mujica, luego de una jornada que se desarrolló con incidentes y disturbios en la mayoría de los 795 locales de votación habilitados en Ciudad del Este.
Según los resultados preliminares del sistema TREP, con un 95% de las mesas procesadas ya se registraba una diferencia insalvable entre el postulante de Yo Creo y el exgobernador González Vaesken, candidato de la Asociación Nacional Republicana (ANR). De un total de 102.310 votos computados, la tendencia marcó una ventaja significativa para Mujica, que se consolidó con 73.476 contra 31.123 de González Vaesken.
Además de Mujica y González Vaesken, participaron en la contienda Celso “Kelembu” Miranda, por el partido Patria Soñada (Lista 300), y Jorge Daniel Romero Lovera, del Partido Ecologista (Lista 43).
El proceso de votación fue ágil, favorecido por el hecho de que se elegía un solo cargo mediante papeleta física. En varios locales, el conteo se realizó a viva voz ante la presencia de veedores y apoderados, lo que permitió un escrutinio rápido y transparente.
La contundente victoria de Mujica fue interpretada como una reacción ciudadana frente a esa maniobra política, percibida como un intento de control partidario sobre la administración local. En el cierre de la jornada, Yo Creo celebró en las calles de Ciudad del Este, mientras dirigentes opositores de todo el país destacaban el resultado como una muestra de madurez cívica y de descontento hacia la hegemonía colorada. En contraste, la ANR reconoció la derrota en términos históricos.
