Hemos superado los 100 muertos por covid; eso significa no solo una cifra redonda, sino también una reflexión profunda sobre cuáles han sido las causas que nos llevaron a una situación de este tipo.
Esta es una cuestión que también nos debe preocupar en torno a quiénes son responsables de este incremento. ¿Somos los ciudadanos que no hemos cumplido los protocolos?, ¿El Gobierno que no ha preparado las condiciones sanitarias para afrontar una circunstancia de este tipo?, ¿La corrupción que nos mata todos los días de manera indirecta o directa sin que nos demos cuenta, y que nos hace doler profundamente por las condiciones en que se encuentra el país hasta el momento?
Lo concreto y cierto es que los 102 muertos del lunes nos tienen que hacer pensar seriamente en que hay cosas que deben ser cambiadas de forma profunda en la forma en que nos organizamos como sociedad. No podemos seguir siendo insensibles a estos números, creyendo y pensando que no nos toca, que están muy lejanos a nosotros.
Lo que vemos es que nuestra forma de organización social, la forma en que la nación, jurídicamente está montada sobre un Estado, que ha demostrado su notable incapacidad, no puede continuar igual a partir de este momento en que nos apena, nos avergüenza, y nos perturba por la cantidad de persona fallecidas por Covid-19.
