lunes, diciembre 23, 2024
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Constitución

Cambiar los artículos e incisos de los códigos no será de gran utilidad si no se trabaja la cabeza de la gente y sus costumbres.

Desde que se ha iniciado, hace muchos gobiernos atrás, el debate de las reformas, primero constitucional y luego electoral al inicio de cada mandato, me ha parecido que buscan un recurso que servirá para entretener a varios sectores de la sociedad, en las eternas y largas jornadas de debates de que vino primero el huevo o la gallina.

Con esto no digo que estoy en contra de las reformas, pero si devuelta vamos a gastar recursos y tiempo en hacer que esto no llegue a la gente y solo se debata entre cuatro paredes, me parece que sería bueno dejar las cosas tal cual están.

Al buscar el concepto de CULTURA, encontré que el mismo refiere al conjunto de conocimientos, ideas, tradiciones y costumbres que caracterizan a un pueblo, a una clase social, a una época y esto también incluye a sus normativas que dan el marco que regula el deseo de esos hombres y mujeres hacia la formación de esa cultura en un determinado tiempo y espacio.

Esperemos que abran más el espectro de la participación de todos los actores y que no se límite al ámbito de algunos pocos, entendiendo que lastimosamente la calidad de representación también es un tema a reformar.

Academia, Sociedad Civil, Gobierno, Sectores del campo, religiosos, obreros y medios de comunicación deberían de entender la magnitud de este cambio cultural que se viene y priorizar el diálogo en sus agendas. Una oportunidad única tenemos en puerta.

No desaprovechemos la posibilidad de incidir, si es que nos dejan, y hagamos un verdadero cambio cultural donde elijamos nosotros y no hagan las reglas a medida para que elijan por nosotros.

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