Cuando hay algo oculto y no entendible se busca explicar por el camino de la conspiración.
La palabra conspiración viene del latin conspiratio, conspirationis, compuesta con: El prefijo con- (indica unión), como en consejo y consolidar. El verbo spirare (respirar, vivir, pero también en sentido figurado aspirar a algo, estar ávido de algo o anhelarlo), de ahí las palabras espíritu e inspiración y se define cómo acuerdo secreto contra algo o alguien, especialmente contra el Estado o el soberano.
Estuve viendo en Netflix algo orientado hacia ese camino. El director del mismo llamado “Seapiracy” está dirigido por Ali Tabriz y protagonizada por Kip Andersen inicia dicho trabajo enseñando cómo Andersen desde niño le interesó y se sintió atraído por el mundo que existe en el agua. Todo había empezado cuando en su edad infantil había ido a un parque acuático donde vio cómo los delfines eran capaces de saltar alto tras una referencia humana y también ver focas bailando, ballenas entreteniendo al público que al comparar las dimensiones de mar con la tierra podemos fácilmente concluir que los océanos conformados por grandes extensiones de agua salada, cubren las tres cuartas partes de la superficie del globo.. En este mundo existen seres vivos no cómo los humanos es cierto pero sí con las mismas características de poseer sistemas orgánicos internos cómo sangre, oxígeno y órganos que los permita existir y por eso y mucho más los debemos respetar y no usarlos cómo una forma de entretenimiento circense o cómo plato de comida frecuente, que son puntos criticados por el trabajo de Andersen.
FALTA DE CONCIENCIA AMBIENTAL
Desafortunadamente al no poder el ser humano existir bajo agua no podemos ver, cuidar ni protestar por las formas de matar esta vida que también sostiene la vida en la tierra. Ell audiovisual combina las dos palabras que son claramente descritas en su contenido; “Seaspiracy” (conspiración marítima) porque la destrucción de este mundo con sus habitantes se da por un vínculo entre ongs empresas, seres humanos y asesinos pesqueros que no entendemos que la biodiversidad y los ecosistemas marinos mantienen la salud del planeta y sostienen el bienestar social por todo lo que allí existe y cómo lentamente con los plásticos y basura que allí depositamos vamos destruyendo esa biodiversidad que nos mantiene sanos fuertes y felices hasta en pandemia.
Este documental es una forma de llamar la atención a la humanidad por lo que hizo y hace por la vida bajo el agua que van desde peces hasta vegetales, cumpliendo todos un eslabones de suma importancia para su vida y la nuestra en el planeta. “Seaspiracy” sigue la misma lógica nominal de cowspiracy que es impactante, pero humorístico, viaje de un aspirante a ecologista, mientras busca audazmente encontrar la verdadera solución a los problemas ambientales más apremiantes y el verdadero camino hacia la sostenibilidad. Sin embargo en “Seaspiracy” vemos sino el mismo medioambiente si esta el patrón de la conspiración del mal hacia el bien o de la mala acción hacia lo que conviene al mundo. Sin embargo, en el documental no solo se menciona a la vida acuática cómo la afectada en el mundo también podemos ver casos de trabajos de caza animales marinos cómo mariscos contaminados con trabajo esclavo y abusos de los derechos humanos. Este documental fue hecho por el mismo equipo que produjo cowspiracy y tuvo el aval del actor Leonardo Dicaprio a quien también lo vemos cómo entrevistado entre empresarios de la comida marina, defensores por la biosfera marina.
DOCUMENTAL MUY POPULAR
Cabe resaltar que “Seaspiracy” ya es tendencia en la plataforma Netflix como una de sus 10 películas y programas más vistos y ha sido elogiada por celebridades como Bryan Adams, la estrella de rock canadiense vegana, que instó a sus seguidores a verla y dejar de comer pescado. Chris Froome, el ciclista británico ganador de siete Grand Tour, tuiteó que «mi mente ha sido volada» por la película. En 90 minutos uno tiene una clase de cómo se desarrollan viven y mueren los “pescados” cómo conocemos rápidamente al gigantesco número de seres vivos que sin darnos cuenta el número que matamos diariamente.
En un punto es posible observar a través de imágenes sensibles el asesinato, llanto y muerte de una ballena que es fácil comparar a lo que padece un ser humano bajo torturas autoritarias o mafiosas, fuera de estos momentos resulta una agradable clase de ciencias naturales para entender la vida en el mundo en el cual no podemos existir bien por la falta del oxígeno que también consumen los peces a su manera.
Al ser testigos de conspiraciones del mal al bien de la vida debemos tener el coraje de denunciarlas haciendo de esto nuestra épica humana porque el silencio de uno nos hace parte de esta conspiración siniestra.