La vitamina C es un antioxidante que protege las células contra los efectos de los radicales libres, las moléculas que se producen cuando el cuerpo descompone los alimentos o se expone al humo del tabaco y la radiación del sol, rayos X u otras fuentes.
La deficiencia grave de vitamina C puede provocar una enfermedad llamada escorbuto, que causa anemia, sangrado de las encías, hematomas y mala cicatrización de heridas.
Es crucial para el funcionamiento del sistema inmunológico. Impulsa la fabricación de glóbulos blancos (linfocitos y fagocitos). Éstos juegan un papel muy importante en la defensa del cuerpo frente a agentes externos.
Estudios recientes han logrado asociar los niveles óptimos de vitamina C a un menor riesgo de padecer insuficiencia cardíaca.
Esta vitamina es una de las más eficaces para contrarrestar el estrés, ya que equilibra las glándulas suprarrenales e interactúa activamente en la creación de hormonas antiestrés.
Tiene carácter antioxidante. Esta característica beneficia la protección sobre las células ante los daños que pueden ocasionar los radicales libres.
Las células del organismo viven en constante renovación, con una vida útil de aproximadamente 90 días. Cuando una célula se destruye, se produce la producción de una nueva de manera paralela. Este proceso de restauración continuo es posible gracias a la vitamina C.
Favorece a la salud del cabello y la piel. Su presencia adecuada en sangre mejora la absorción del hierro y además participa en la fabricación de colágeno, una sustancia altamente necesaria para el bienestar de la piel.
Es considerada una de las vitaminas más importantes para aportar energía al organismo. Además, es fundamental para una mejor cicatrización de heridas y para disminuir posibles inflamaciones producidas dentro y fuera del cuerpo.
El cuerpo humano no tiene la capacidad de sintetizar la vitamina C por sí solo. Por eso es muy importante incorporar esta vitamina a través de la alimentación o incluso suplementos vitamínicos, de forma que el organismo pueda absorberla correctamente.
Consumir antidepresivos, anticonceptivos, el tabaco o abusar de los antibióticos puede influir negativamente en la capacidad de incidencia positiva de la vitamina C en el organismo.
Por último, hay que tener en cuenta que este micronutriente puede manifestarse de diferentes maneras. Como ácido ascórbico, ascorbato o como vitamina C liposomal, la cual permite que sea mejor tolerada a través del metabolismo de la persona.
En la investigación sobre el uso de vitamina C para afecciones específicas, se ha demostrado lo siguiente:
Cáncer. Consumir una dieta rica en frutas y verduras podría reducir el riesgo de varios tipos de cáncer, como el cáncer de mama, de colon y de pulmón. Sin embargo, no está claro si este efecto protector está relacionado con el contenido de vitamina C en la comida. Tomar suplementos de vitamina C por vía oral no pareciera ofrecer el mismo beneficio.
FRESAS
Además de ser ricas en antioxidantes, son una gran fuente de vitamina C, la cual las hace buenas para eliminar la placa de los dientes y fortalecer los vasos sanguíneos y arterias.
MAMON
Una porción de mamón ayuda a cubrir tu requerimiento diario de vitamina C, lo que contribuye a mantener alerta al sistema inmune.
KIWI
Aunque parezca muy pequeño contiene más vitamina C que la naranja, contribuye a la generación de colágeno para mantener la elasticidad de la piel y al mismo tiempo mejora el sistema respiratorio.
NARANJA
Los cítricos en general son populares por dar el mayor aporte de este tipo de nutriente, especialmente porque fomentan la producción de glóbulos blancos.
GUAYABA
100 g de esta fruta te aportan hasta 228 mg de vitamina C, es una fuente de fibra y de diferentes minerales por lo que ayuda a combatir diferentes enfermedades degenerativas.
BRÓCOLI
Esta verdura es famosa por su alto contenido en fibra que favorece a la digestión, por otra parte, cuando su vitamina C se combina con su aporte de betacaroteno fortalece el sistema inmunológico y ayuda a desintoxicar el cuerpo.
TOMATE
Funciona como una carga de energía y le da un impulso a tus defensas, además de reducir el colesterol malo y mejorar la función cerebral.
COLIFLOR
Al ser una fuente de antioxidantes y vitamina C, resulta ser muy eficaz para reducir el riesgo de la degradación macular y previene enfermedades degenerativas como la discapacidad visual. También ayuda a reducir el riesgo de diabetes porque regula los niveles de glucosa en la sangre
SMOTHIE RICO EN VITAMINA C
La naranja, siempre estará asociada al consumo ácido ascórbico. Aquí te proponemos hacerla en un batido apto para personas que no consumen gluten y para veganos.
Ingredientes
1 taza de leche de coco
¾ tazas de zanahoria
5 naranjas peladas
½ taza de yogur De coco (LáNutry)
Opcional: unas gotas de zumo de limón y estevia
Preparación
Coloca en una licuadora las zanahorias y la leche de coco hasta que quede una textura suave.
Añade el yogur, la naranja y bate.
Si te gusta un poco más ácido puedes añadir un chorrito de zumo de limón y, si quieres endulzarlo, unas gotas de estevia.
