En estos delicados momentos de Coronavirus es cuando más se necesita la calidad de comunicar certeramente lo que acontece. Si el Ministerio de Salud dice que hubo 41 muertos el fin de semana, debe decirnos con precisión si se corresponde a un día o si es la suma de dos o tres días. Si hay esa duda entre la gente del Ministerio y se comunica mal, es lógico que la gente siga perdiendo credibilidad no solo en la cuestión comunicada, sino en toda la capacidad instalada dentro del ministerio.
Ya se fue Mazzoleni, claro, se quedó todo su equipo, Borba y Sequera incluidos, que no terminan por dar la talla ante una emergencia del tamaño mundial que requiere una gran capacidad de decir la verdad, de contar cómo están las cosas, de no seguir jugando con el miedo, de no manipular las cifras y no decir una cosa en la que posteriormente se desdicen.
Ya habíamos hablado del pésimo momento que pasaron tres ministros en el comienzo de semana donde uno contradecía al otro, y ahora que todavía tenemos unos decretos bastante restrictivos, nadie conoce exactamente cuáles son sus límites y la capacidad de ponerlo en ejecución. Es el tiempo de aclarar las cuestiones y hablar con responsabilidad. Aquel que no sepa o no tenga nada que decir, lo mejor que puede hacer es callarse.