El mundo de oferta para adquirir algo que sirva para comer, vestir, medicarse o drogarse está cargado por no decir saturado de productos para el mercado interesado en las mismas.
Entre ellas se destaca una que nada tiene que ver con la salud más si con perderla y que gana popularidad, mercado y dividendos. Se trata nada más y nada menos que de la cocaína.
Francia, uno de los países más afectados, tiene 600.000 consumidores habituales. Se trata de todo el territorio y el público proviene de todos los estratos económicos y sociales.
Severos efectos
Si se inhala la cocaína puede producir la pérdida del olfato, hemorragias nasales, nariz con goteo frecuente y problemas para tragar. Si se fuma: tos, asma, dificultad para respirar y mayor riesgo de contraer enfermedades como la neumonía. Si se ingiere por la boca: marcado deterioro del intestino debido a la reducción del flujo de sangre.
También puede aumentar el ritmo cardíaco y la presión arterial, y puede conllevar a un ritmo cardíaco anormal y ataques cardíacos mortales, incluso en gente joven y saludable. La cocaína también puede provocar convulsiones y derrames cerebrales.
Así y todo en el país de la «legalidad e igualdad y la fraternidad», se encuentra en punto elevado el consumo de esta droga. En el 2020 se produjeron en todo el mundo 1.982 toneladas de cocaína, en comparación con 1.134 toneladas en 2010. El consumo en Europa lamentablemente se está expandiendo rápidamente. Con aproximadamente 3,5 millones de consumidores habituales, incluidos 600.000 (en comparación a 400.000 en 2010) en Francia, que es uno de los países más afectados.
Y conste que la red, televisión y otros medios de comunicación están con series, películas e imágenes del maldito polvo blanco en una especie de promoción a su consumo sino también hay referencias de los riesgos y peligros que presenta esta droga que según los registros más recientes se produce en Colombia, Perú y Bolivia en latinoamérica según la Oficina de la Política Nacional para el Control de Drogas de Estados Unidos (ONDCP, por sus siglas en inglés). Estos datos provienen de este país donde la droga también tiene un alto nivel de consumo. Los cálculos basados sugieren que la demanda de cocaína en Estados Unidos ese año fue cercana a las 330 toneladas métricas.
Sube el consumo
Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, en 2020 se produjeron en todo el mundo 1.982 toneladas de cocaína, en comparación con 1.134 toneladas en 2010. De está forma también estas cifras demuestran el crecimiento de esta adictiva droga por su capacidad de aumentar los niveles de dopamina, una de las “hormonas de la felicidad” junto con la endorfina y oxitocina.
Las convulsiones nunca han sido tan altas. Tras una media de 11 toneladas anuales en los años 2010-2020, alcanzaron un nivel récord de 27,7 toneladas en 2022. Un “cambio de escala” que se refleja en la accesibilidad del producto para los consumidores.
Cifras duras y relevantes que en Francia creen que los incidentes en Nanterre tienen por detrás un alto consumo de drogas entre los protagonistas que casi incendian el país galo. Llamada de alerta desde diferentes perspectivas.