La Fuerza Aérea no puede derribar aviones que se nieguen a identificarse
El espacio aéreo paraguayo sigue siendo una ruta segura para narcotraficantes. Y por varios motivos. Uno de ellos es la insuficiencia del material del que dispone la Fuerza Aérea y que se limita a media docena de aviones EMB-312 Tucano de fabricación brasileña que volaron por primera vez en la década de los ’80, únicos dotados de armamento apto para intercepción y derribo. También dispone de nueve T-35 Pillán producidos en Chile y destinados al entrenamiento de pilotos El resto del parque aéreo está compuesto por aviones de uso civil, además de los veteranos helicópteros UH-1 Huey estrenados por EE.UU. durante la guerra de Vietnam, hace más de 60 años, excelentes para el trabajo de logística y rescate pero poco útiles para interceptar vuelos no identificados.
La segunda razón por la cual el espacio aéreo soberano sigue desprotegido es que los pilotos están atados de pies y manos por una legislación que les impide el uso de fuerza letal en caso necesario. La ley 5.400 de 2015 establece los procedimientos de detección, identificación e intercepción de vuelos sospechosos pero no permite su derribo sino un procedimiento lavado denominado interdicción, que consiste en intervenir la trayectoria de vuelo de la aeronave remisa a identificarse obligándola a aterrizar mediante señales convencionales. Lo máximo a que autoriza la ley al piloto es a realizar disparos de advertencia mediante munición trazadora.
Hay un proyecto en estudio que modifica la ley y que permitiría al piloto, previa autorización del comando del arma, a derribar la aeronave en cuestión. El agregado no corrió en Diputados y el proyecto está hoy a estudio del Senado.
Pregunta incómoda: ¿Qué piloto dedicado al narcotráfico, el contrabando o cualquier otra actividad ilícita haría caso a una orden de aterrizar si sabe que el caza interceptor no está autorizado a derribarlo? Seguiría viaje cómodamente, que es lo que hoy se hace.
Nuestros vecinos han autorizado el derribo de aviones en casos extremos. Argentina lo hizo en 2016, Brasil en 2004 y Bolivia en 2014. También lo han hecho Perú en 2015, Honduras en 2012 y Colombia en 2010. Paraguay es el manchón negro en el mapa de la lucha contra el narcotráfico. ¿Será que todos están equivocados y nosotros somos los únicos poseedores de la verdad?
