A veces no nos incomoda solo la gente en un aula, transporte público, teatro o patio de comidas, sino en la vida misma donde debemos aprender, conocer y entender a personas de generaciones de ayer y las nuevas que entramos en conflicto por temas del trabajo, la política, educación, comunicación y hasta la comida y forma de lucir.
Aspectos que como generación pensamos que están para quedarse para siempre más se debe entender que cada grupo de personas trae consigo nuevas formas de existir en un mundo en el que el cambio es un hábito perpetual. No todo sigue el mismo patrón de vida, para bien o mal las cosas mutan, cambios que exigen a su vez entender que seguimos siempre entre todos en el todo, aquí estamos baby boomers, generación X, Millenials, centennials.
Un hogar es el espacio común donde comemos, descansamos, trabajamos, relacionamos y coexistimos hasta que nuestra vida llegue a su fin, que como no manejamos dicho momento solo nos queda evaluar nuestras condiciones, problemas y soluciones para lograr una relación sana y prolongada para beneficiar a todas las generaciones.
Hacer la tarea entre todos
La red internacional tiene en su base de datos números que quizá no responden a la verdad pero sí coinciden que Paraguay es un país de jóvenes entre los 20 y 40 años y que tenemos que entender que lo que hoy existe no hubiera sido posible sin el trabajo de otra gente del ayer, padres, tíos y abuelos que cómo ahora habrán tenido buenos y malos momentos también con sus antecesores o compañeros de estudio. También ellos tuvieron que ajustarse a vivir juntos.
Evitar discusiones estériles acerca de qué tal o cuál generación fue mejor es el primer momento en el camino de construir entre todos un espacio donde crezcamos en la comprensión mutua. No le hacemos mucho favor al futuro en acusaciones estériles y vacías. Requerimos de todos y con todos podamos salir adelante. La coexistencia es la manera de hacer juntos un mejor camino eso nos asegurará siempre un mañana mejor para todos los que estamos en casa y aquellos que se suman a la tierra que con sus años y sabiduría de vida tienen para enseñarnos y no está necesariamente en el choque el modelo para las respuestas a los dilemas sino en la tolerancia, respeto, comprensión y diálogo mutuos.
