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Chile y el salmón

El país trasandino es conocido por la explotación del cobre que es el 60% del Pib y considerado el sueldo de Chile. Ahora surgen opciones.

En 2023, Chile exportó 774.531 toneladas de salmón y trucha, un aumento del 3,1% respecto al año anterior. Sin embargo, el valor de las exportaciones cayó. En 2024, entre enero y abril, el salmón y trucha representó el 7% de las exportaciones totales de Chile, con un valor de 2.243 millones de dólares. 

Es uno de los recursos naturales que sirve para su bolsa cómo para alimentar a paladares que gustan este delicioso pescado que existe entre las ofertas para almorzar o cenar porque también importamos este animal de países extranjeros, siendo Chile nuestro vecino sudamericano que nos presenta esa alternativa.

El país es uno de los principales productores mundiales de salmón piscifactoría. Sin embargo, ecologistas y activistas denuncian que esta industria está dañando los ecosistemas chilenos y amenazando la fauna autóctona.

Esta realidad coloca al salmón cómo  fuente de polémica y oposición. En la actualidad el cultivo de salmones se desarrolla principalmente desde la Región de La Araucanía hasta Tierra del Fuego, con la ciudad de Puerto Montt como núcleo y el mar interior de la Región de Los Lagos y los canales y fiordos de Aysén como principales zonas de producción.

Gran demanda 

Bajo el agua, jaulas de red de alta densidad albergan miles de salmones. Granjas como esta son habituales en los Lagos, la principal región acuícola de Chile. Este país sudamericano es el principal exportador de salmón de piscifactoría a Estados Unidos.

El salmón Suministra hierro, zinc, niacina, vitamina B6 y vitamina B12, además de toda una serie de otros nutrientes que necesita para una buena salud. Además que puede;

  • – Transportar nutrientes y energía:
  • El salmón del Pacífico ayuda a transportar nutrientes y energía entre el océano, los estuarios y los ambientes de agua dulce.
  • – Conectar ecosistemas:
  • La migración del salmón atrae a depredadores a los ríos, arroyos y lagos, y parece establecer una conexión entre el océano, el agua dulce y el suelo.
  • – Reducir la contaminación:
  • El salmón y otros pescados son una forma más sostenible de obtener proteína animal que otras fuentes, ya que generan menos contaminación y perturban menos el hábitat.
  • Reduce la presión sobre las poblaciones silvestres.
  • El cultivo de salmón, también es conocido como acuicultura, lo que significa que puede reducir la presión sobre ciertas poblaciones silvestres que están bajo estrés en el mundo. El popular pez no es autóctono de este lugar, y muchos ecologistas y activistas llevan tiempo denunciando que las piscifactorías están dañando los ecosistemas chilenos y amenazando la fauna autóctona.

La cría de salmón a gran escala en Chile comenzó en la década de 1970. Antezana, entonces un joven científico, recibió el encargo de evaluar la viabilidad de esta actividad. Antezana aconsejó al gobierno que realizara estudios de referencia y que tuviera cuidado con los riesgos ecológicos y de salud.

Las condiciones del agua chilena, su clima y el trabajo que se hace por y para este animal sirvieron para que se reproduzcan a gran escala en esta geografía y sirvan para satisfacer a quienes se alimenten de los mismos cómo la hacienda chilena, que se enfrenta a una seria realidad que consiste en tener en cuenta la vida de esta especie animal y regular su comercio para que continue existiendo y no entre en la lista  negra de extintos.

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