Hoy es el último día del octavo mes, vamos lentamente entrando a una nueva estación, previa al candente verano paraguayo con todo lo que conocemos. También se vienen los comicios municipales el 10 de octubre y los electores esperan traigan buenos y sostenibles cambios. Piden a gritos en cada elección una atención urgente para que la vida de sus habitantes mejore sustancialmente aunque siempre termina en la decepción y desencanto con algunas contadas excepciones. Deben hacer que tengamos una gran calidad de vida.
En Auckland, la mayor urbe de Nueva Zelanda es la mejor ciudad del mundo para vivir según lo determinó la Economist Intelligence Unit (EIU), quien clasificó 140 ciudades con base en factores como la estabilidad, la infraestructura, la educación y el acceso a la atención médica. Esta isla en el Pacífico Sur siempre aparece en los mejores indicadores de gestión política. Nuestras ciudades están muy lejos de esos estándares.
Un nuevo reto
Los intendentes y concejales están solo a un mes y días de ser conocidos, octubre está a la vuelta de la esquina y debemos estar listos para que con el poder que da la constitución al ciudadano o mandante en democracia para que podamos elegir a los mejores. Es importante cambios en la gestión porque sin ideas, planes, o proyectos claros ya sabemos como terminará la administración municipal. Julio Numhauser Navarro es el autor chileno de la música “Cambia todo cambia” interpretada por Mercedes Sosa y otros intérpretes latinos que empieza diciendo que “Cambia lo superficial, Cambia también lo profundo, cambia el modo de pensar cambia todo en este mundo” esto lo compuso en la que seria la ultima década del negro y triste gobierno paraguayo o dictadura que cambió por un sistema que en sus 32 años de vida no pudo desarrollarse aún en favor de los mandantes. Debemos encontrar la clave del cambio que permita mejorar nuestra calidad de vida y las municipales son una prueba de ese compromiso.
Animarse a ser distintos
Cambiar continúa siendo un verbo arduo de conjugarlo con la práctica incluso habiendo tenido ya largas oportunidades con anterioridad. Estamos eligiendo intendentes y juntas municipales de forma directa desde 1992 y los ineficientes, incompetentes o corruptos siguen siendo mayoría.
“Cambia el clima con los años, cambia el pastor su rebaño y así como todo cambia que yo cambie no es extraño..” decía la canción del chileno citado pero los paraguayos le tenemos miedo a los cambios. Somos una sociedad muy conservadora.
Exigirnos cambiar nuestra forma de pensar y ser cómo ciudadanos en la forma que somos con nuestro hogar también hará que las intenciones de los gobiernos tengan buenos resultados para nosotros. Respetar el orden y la limpieza visual y sonora de nuestras ciudades. Mejorar la transitabilidad de nuestras veredes absolutamente hostiles a los que tienen discapacidades físicas., esto necesita cambiarse de forma urgente.
Octubre es un momento más para ver cuánto queremos cambiar las cosas o cuando no nos interese ir por otros rumbos. Debemos crecer como ciudadanos (interesados en su ciudad y por el otro) y dejar de ser illotas (solamente interesados en sí mismo). El cambio es un desafío: hagámoslo