La Cámara Baja, la Cámara de la Vergüenza decidió de nuevo mandar al archivo -por segunda vez- el intento de enjuiciar políticamente la gestión de Sandra Quiñónez, fuertemente sostenida por los seguidores de la línea de Cartes, de Llano y también de otros colorados que tienen cuentas pendientes con la justicia.
En este momento la Fiscala es rehén de la opinión pública que la condena de manera drástica y que puede continuar esto incluso cuando deje el cargo; es que no hay forma de sacarse de encima el San Benito de corrupta que viene colgado desde hace mucho tiempo.
Los que se salvaron ocasionalmente pueden disminuir algunas de sus penas y condenas, pero tampoco podrán evadir por mucho tiempo la justicia anhelada que todos los paraguayos deseamos. Inclusive las condiciones en que se da el manejo político de la justicia, termina perjudicándolos, porque en el futuro otra figura de signo contrario que termine castigándolos de forma injusta no va a hacer otra cosa que proseguir con la misma pauta de inconducta en la que ha caído de forma reiterada la justicia con la Fiscal General del Estado, Sandra Quiñónez.
El comportamiento ha sido, en cierta manera, absolutamente previsible, la salvaron aquellos que tienen cuentas pendientes y, el canje ya lo estamos viendo y lo vamos a seguir viendo durante los próximos días y semanas, cuando muchos de los que debieran ser investigados por hechos delictuosos terminen zafando de la justicia a cambio de haberla zafado a Sandra Quiñónez del juicio político
