Utilizando la herramienta de auditoría conocida como Ley de Benford sobre los resultados de las 12252 mesas electorales habilitadas, se puede detectar probables anomalías y posibles fraudes durante el proceso electoral del 30 de abril pasado, beneficiando aparentemente al candidato colorado Santiago Peña.
La ley de Benford asegura que en los números que existen en la vida real, la primera cifra que se espera que aparezca con más frecuencia es el 1 y luego le siguen las demás. Esta herramienta se aplica para detectar manipulaciones de datos tributarios, contables, electorales y otros en instituciones públicas y privadas.
A modo de ejemplo, se puede hacer uso de esta herramienta de auditoría para analizar posibles anomalías en los datos de la población paraguaya distribuidas en distritos, como resultado se observa en la imagen que los datos de la población cumplen con los parámetros de la Ley de Benford.
Sin embargo, aplicando la misma ley en la cantidad de votos obtenidos por Santiago Peña en más de 12252 mesas, estos no cumplen los parámetros de la Ley de Benford y arrojan un alarmante abuso en la utilización del número 1 como primer dígito, además de la disminución de los números 2, 3, y 4 en la misma posición, pero en forma inversa.
El abuso en la utilización del número 1 como primer dígito en los resultados electorales de Peña representa un 22,81% de diferencia con el % de probabilidad de la Ley de Benford. Esta anomalía solo se puede dar cuando se manipulan de alguna manera los resultados electorales.
Esta hipótesis tiene más sustento al observar la disminución de los números 2, 3 y 4 como primer dígito en comparación a la probabilidad de Benford. Esta posible manipulación se puede dar por ejemplo convirtiendo la cantidad de votos de Peña que estaban en unidad y decena a centena. Ej: 21 votos se convierte manipulando a 121.
En el caso de Efraín Alegre se observa una disminución del 18,43% de diferencia de la probabilidad de Benford en el número 1 como primer dígito. Esta situación se puede dar por ejemplo alterando cantidad de votos que estaban en centena a decena o unidad. Ej: 166 votos a Efraín bajan a 66.
Los resultados electorales de Payo analizados con la Ley de Benford son idénticos a los de Efraín, ambos podrían haber sido afectados por algún tipo de manipulación, sin embargo no quedaron tan lejos de los porcentajes de probabilidad de la Ley de Benford.
En comparación a los otros candidatos, en el caso de Euclides, se observa que no sufrió ningún tipo de manipulación o anomalías en los números de sus votos y ha cumplido a cabalidad con los parámetros de la probabilidad de la Ley de Benford.
El caso Chilavert demostró que la cantidad de votos obtenidos por su lista ha cumplido también con la probabilidad de la Ley de Benford. Esto demuestra, que las anomalías y el posible fraude se dieron solo entre los tres principales candidatos.
En los casos de Euclides y Chilavert son variables que pueden confirmar un posible fraude electoral, ya que ambos cumplen con la probabilidad de la ley de Benford, por otro lado, los demás candidatos no la cumplen y se observa claramente anomalías que beneficiaron a Peña.
Para este análisis se procesaron la totalidad de los votos obtenidos por los 4 candidatos, además se analizaron los datos de todos los locales de votación que son 1.157 y las 12252 mesas. Todas las informaciones fueron extraídas de los resultados preliminares del TREP/TSJE.
En conclusión se puede confirmar que tres candidatos presidenciales no cumplieron con la probabilidad de la Ley de Benford y se apunta a probables anomalías y posibles fraudes masivos en más de la mitad (6832) de las mesas electorales identificadas.