De obra histórica a caños reventados a poco de entrar en servicio
Los ingenieros romanos hacían acueductos tal como los panaderos horneaban galleta. El más antiguo de ellos, Aqua Marcia, fue construido en el siglo II antes de Cristo y en sólo cuatro años. Era tan sólido que algunas secciones fueron reutilizadas 17 siglos más tarde en un nuevo acueducto ordenado por el Papa Sixto V.
Aquí, 2.100 años después, tardamos 24 años en decidirnos a hacer un modesto acueducto de 200 kilómetros enterrando caños que, pocos meses después de entrar en servicio, no tardó en mostrar las chambonadas cometidas durante su construcción. Ahora nos enteramos que la “obra histórica” salió de servicio al constatarse fallas en 13 secciones.
Esto se veía venir. Ya en 2014 se hablaba de ciertas “correcciones” en un tramo de 11 kilómetros en la zona de Loma Plata. El Ministerio de Obras Públicas estuvo en tratos con el consorcio ABCT S.A. para hacer cumplir las especificaciones técnicas. Al parecer, se había descubierto que el tendido de las cañerias incumplía cierto “sistema de pendiente” establecido dentro del pliego de bases y condiciones. Los caños debían instalarse siguiendo un sistema conocido como “dientes de sierra” diseñado para impedir la formación de burbujas de aire que eventualmente podrían hacer estallar los tubos. “La empresa no cumplió con lo especificado y siguió instalando los caños de forma lineal” constataron en su momento técnicos de la Dirección de Agua Potable y Saneamiento (DAPSAN) del MOPC.
Y esto es lo que se sabe. Es una incógnita si hubo o no otros incumplimientos de especificaciones que estén volviendo prácticamente inoperable una obra en la que se han gastado por lo menos US$ 90 millones entre planta de tratamiento, cañerías y reservorios en distintos puntos de destino. El sistema está pensado para abastecer a Puerto Casado (Alto Paraguay) Loma Plata, Filadelfia, Villa Choferes del Chaco, Neuland, Yalve Sanga, Cruce Loma Plata, Cruce Pioneros, La Esperanza y Pozo Amarillo (Boquerón), Teniente Irala Fernández, Lolita, Nueva Promesa, La Armonía, El Estribo, Paz del Chaco y Nueva Vida (Presidente Hayes).
Demasiadas comunidades, demasiada gente y demasiadas esperanzas están siendo frustradas. Los responsables naturales de este desastre tienen que explicar si hubo incompetencia técnica, fiscalización nula o corrupción administrativa. Tal vez todo junto.
Alguien tiene que pagar por todo esto.
