Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
Se cumplieron 47 años el pasado domingo de la firma del tratado de Itaipú que dio inicio a la construcción de la mayor presa hidroeléctrica del mundo entre paraguayos y brasileños. A casi 50 años no hay ideas en torno a qué es lo habría que hacer con esta entidad generadora de energía y por lo tanto de multiplicación de recursos de empleo en nuestros países.
Hasta ahora ha sido un negocio financiero, empezó valiendo US$ 2 mil millones y terminó costando US$ 22 mil millones con los intereses acumulados. Ahora la idea del propio presidente de la República Abdo es volver a colocar a Itaipú como una referencia financiera o sea, dejar que Itaipú sea la que pague la colocación de bonos o empréstitos del exterior, con lo cual continuará siendo un negocio financiero y no el negocio energético que significa básicamente el establecimiento de industrias, la ocupación de mano de obra, la transformación por completo del parque automotor paraguayo, dejando de depender del combustible fósil.
Todas estas ideas que están unidas a la cuestión energética son secundarias, ahora es de nuevo entregar a Itaipú a los banqueros y hacer que siga siendo un negocio no solo en los intereses, en las tasas que se establezcan, sino en el tiempo de duración de la deuda. Es hora de que pensemos Itaipú como un recurso energético y nunca más como una simple operación financiera que hará multiplicar la corrupción que ya conocemos.